El préstamo del Fondo Monetario Internacional a la Argentina será por casi el doble de lo que había trascendido en los días previos. Se trata de poco más de U$S 50.000 millones que el organismo de crédito pondrá a disposición del Gobierno de Mauricio Macri para que vaya utilizando a medida que lo necesite desde ahora y hasta 2021.
Ahora, el Gobierno apuesta a que el 20 de junio el banco Morgan Stanley Capital Inversor modifique el perfil del país de “fronterizo” a “emergente”, lo que le permitirá un mayor margen de maniobra financiera.
El paquete crediticio incluye U$S 50.000 millones del FMI y otros U$$ 5.650 millones acordados con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, que irán siendo desembolsados en los próximos 12 meses.
Como condición para el desembolso, se acordaron nuevas metas inflacionarias y de resultado fiscal. La inflación no podrá superar el 17% en 2019; el 13% en 2020 y el 9% en 2021.
En lo que hace a resultado fiscal, el acuerdo habla de una reducción del 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB), contra 3,2% que eran las metas previas. Esto obligará a un fuerte recorte hacia adentro.
Esa reducción debe ir creciendo en los años posteriores hasta llegar a cero en 2022.
“Estamos muy contentos. El FMI nos puede ayudar, pero la solución a nuestros problemas depende de los argentinos”, dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Lo cierto es que el dinero del Fondo dará oxígeno al presidente Macri, pero a cambio de grandes esfuerzos de ahorro que, según los economistas menos ortodoxos, casi no hay margen para realizarlos.
Para la gente asalariada, el problema es que el aumento de sueldos de 15% pactado a inicios de año ha quedado rezagado ante una inflación que este año superará los 25 puntos, según el propio Banco Central.
Medios impresos
En los medios impresos de todo el país, la noticia es la misma: los 50.000 millones de dólares que le prestará el FMI.