El concepto de las flagship es una de las estrategias que mejor han funcionado para la mercadotecnia, pues ayuda a proponer una experiencia distinta para los consumidores, que ven en ella la posibilidad de tener algo divertido sobre sus marcas de preferencia.
Desde contar alguna tienda minorista hasta una marca grande ya establecida en el mercado, es necesario utilizar la mayor cantidad de herramientas posibles para poder fomentar la interacción con los usuarios. Además, una de las tendencias con mayor usabilidad en la actualidad es la personalización y la experiencia de compra en el punto de venta, ya sea este físico o en línea. Una flagship cumple con esas características.
De acuerdo con Stadista, las tiendas de este tipo pasaron de poco más de 950 en 2016 a 1,104 en finales de 2017, lo que representa un crecimiento de poco más del 10 por ciento de forma anual. Lo mismo sucede en diferentes mercados. En 2016, había alrededor de 399 supermercados emblemáticos en China y tuvo un crecimiento de más del 60 por ciento respecto al año anterior.
Cabe señalar que este tipo de tiendas funcionan para ayudar a promover la experiencia. Otro de los nombres que tiene es el de Tiendas Experienciales, son representativas para los retailers cuando ejecutan estrategias de promoción e imagen, ya que su objetivo va más allá de vender productos.
¿Por qué una Flagship Store ayuda a una estrategia de marketing experiencia?
El marketing de experiencia busca ofrecer momentos al cliente. El propósito del mismo es tener una conexión que los haga sentirse conectados con la marca, además de generar lealtad con la empresa. Este tipo de acciones hace que una Flagship Store pueda cumplir con este cometido.
El motivo de lo anterior es que su estructura implementa ciertos elementos, sobre todo visuales, que la hacen destacar de otros formatos. Ahora, cuando se tiene una tienda de este tipo, hace que el cliente tenga una experiencia de compra diferente y pueda maximizarse, que el cliente se sienta más cómodo, identificado con la marca y pueda poner en juego todos los sentidos que contribuyan a mejorar esa misma experiencia.
Hoy en día las marcas tienen pautas diferentes en las que deben pensar. Desde la calidad de los productos hasta los precios que manejan, pero la tendencia se está enfocando en la experiencia. Cuando esta sea más personalizada y logre conectar con el cliente en otro nivel emocional, podrá posicionarse de una mejor manera.