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Devaluación, inflación, recesión y alta deuda externa, todos factores que llevaron a Fitch a bajarle la nota a la Argentina
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El resultado de las primarias fue clave
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Macri trata de equilibrar la economía para llegar hasta el 27 de octubre, cuando serán las elecciones generales.
La Argentina devaluó (una vez más) el peso respecto del dólar. Fue un 30% en menos de una semana. La depreciación se suma a la que ya ocurrió en 2018, que fue del 50%. En números: cada unidad de la moneda estadounidense valía 20 pesos en enero del año pasado y ahora cotiza a 58. Un incremento del 190% en menos de 20 meses.
A esto hay que sumarle el crecimiento exponencial de la deuda externa: sólo en 2018 y con el FMI, la Argentina que gobierna el empresario de centro-derecha Mauricio Macri acordó un préstamo de 57.000 millones de dólares, un récord para ese organismo internacional.
En este escenario, el domingo 11 de agosto hubo elecciones primarias (llamadas Paso en Argentina), en las que Alberto Fernández, un peronista cercano a la ex presidenta Cristina Kirchner, resultó el precandidato más votado (47,6%). Macri, que busca la reelección, logró 32,1%.
Esa diferencia parece indescontable en las generales de octubre, por lo que los mercados, muy afines a las políticas de Macri, reaccionaron mal el lunes, y la moneda se devaluó. En paralelo, las acciones de las empresas y los bonos de Argentina se derrumbaron.
En este marco, era cuestión de tiempo para que Fitch, una de las agencias de calificación de riesgo, le bajara la nota el país, complicando más la situación.
Citando preocupaciones sobre la capacidad del país para pagar su deuda luego del colapso del peso, la agencia recortó la calificación de Argentina a CCC, desde B; y advirtió que el país podría perder el acceso al mercado si Fernández se aleja bruscamente de la política establecida por la administración actual.
“Los resultados de las elecciones primarias apuntan a mayores riesgos de discontinuidad de la política luego de las elecciones generales de octubre de 2019”, escribió Fitch. “Esto ha provocado un colapso en el mercado, incluida una fuerte depreciación del peso y la ampliación de los diferenciales de la deuda soberana, lo que representa un gran revés para los esfuerzos de estabilización macroeconómica y las condiciones de financiamiento soberano”, dice el texto difundido este viernes a los inversionistas.
Fitch habla de una “posición de liquidez endeble” en el “corto plazo” y de “riesgo de sostenibilidad de la deuda, publicó Financial Times.
Si bien Fernández no ha explicado puntualmente el plan económico que tiene previsto llevar adelante si es elegido presidente y asume el 10 de diciembre, hizo campaña contra las medidas de austeridad implementadas por Macri y respaldadas por el FMI.
La agencia dice que “tanto la reinversión como un nuevo financiamiento podrían ser cosas muy difíciles de conseguir si las condiciones de endeudamiento local y externo no mejoran notablemente de los niveles de estrés actuales después de un aumento en las primas de riesgo”. El riesgo país subió de 800 a 1.700 luego de los comicios.
En julio, Moody’s había cambiado la perspectiva del país de estable a negativa, aunque reafirmó su calificación de B2.
Otra teorías
Hay otras teorías de las causas de la devaluación tras las primarias. Según algunos analistas, hubo intencionalidad política de dejar depreciar el peso para “aleccionar al electorado” y tratar de revertir la situación en octubre.
“Lo primero que llama la atención es que la suba del dólar se dio en un contexto de bajo volumen de operaciones. Ese día se hicieron transacciones de compra y venta de dólares en el mercado mayorista por 500 millones de dólares, menos que cualquier día de la semana pasada en el que se operaron entre 600 y 900 millones de dólares por día. Es decir, no hubo una demanda extraordinaria y mucho menos una corrida cambiaria.”, explican en una columna de opinión en Perfil.
Según el mismo medio, “el gobierno y el Banco Central podrían haber sostenido el tipo de cambio con una intervención leve mientras el mercado se acomodaba en el transcurso de la semana; pero no, la abstención permitió que en pocas horas el dólar suba 15 pesos”.
Emergente
En junio pasado se cumplió apenas un año del anuncio de que la Argentina volvería a ser categorizada dentro de los mercados emergentes por el Morgan Stanley (MSCI). De esta forma, el país iba a salir del listado de mercados de frontera, sumandose al listado entre los que se encuentran varios de sus pares latinoamericanos, como Chile, México, Colombia y Brasil.
Esto iba a llevar, según los analistas, importantes flujos de capital extranjero a su mercado accionario.
Hay que destacar que hay diferentes categorías de mercados: desarrollado, emergente y fronterizo. Según esa categorización y la posición dentro de cada grupo, los fondos internacionales pueden estar habilitados o no a invertir en una plaza.
Argentina bajó a la categoría de frontera en 2009, cuando el Gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández restringió el flujo de capitales controlando el tipo de cambio y la compra y venta de dólares. Esto buscó blindar al país de la crisis externa tras la debacle de los mercados de octubre de 2008.