La televisión ha sido considerada por décadas como el medio más importante de todos, acaparando de manera poderosa los presupuestos de publicidad, gracias a que ha podido llegar a millones de personas en todo el mundo.
Con la masificación de la TV por cable en la década de los 80’s, el tiempo de permanencia frente al televisor creció exponencialmente, gracias a la mayor variedad de contenidos, a horarios extendidos de programación y a que ahora ver la TV tenía un costo, lo cual agregaba cierta presión por aprovechar cada centavo pagado.
A principios de este siglo (2002), las empresas de TV por cable empezaron a ofrecer servicios de Internet y telefonía a sus usuarios, las empresas de Televisa contaban con la mayor parte del mercado y fueron las primeras en ofrecer estos paquetes, buscando competir contra el hasta hace poco monopolio telefónico de Telmex. De acuerdo al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), las empresas de Televisa, hoy agrupadas con el nombre IZZI cuentan con el 61% de los suscritores en México de TV por cable.
Viendo el escenario anterior, todo parecería indicar que la TV va viento en popa y que nada la podría detener. En 1997 nació Netflix, una startup que ofrecía por una pequeña suscripción fija mensual, la posibilidad de ver películas de manera ilimitada por medio de internet. Muchos le atribuyen a Netflix la muerte de Blockbuster y en general de toda la industria de renta de películas de manera física.
En el año 2000, Reed Hastings Co Fundador de Netflix, le ofreció a John Antioco CEO de Blockbuster, que comprara la empresa por 50 millones de dólares, y la respuesta fue “Ese es un negocio de nicho” y se negaron a comprarla.
¿Qué ha cambiado?
Probablemente hoy pasamos más tiempo frente a una pantalla que antes, pero vemos menos programas y canales de Televisión. Esto se debe a varios factores, el primero y más simple es porque hoy tenemos mucho más lugares donde ver contenido y mucho más fuentes de contenido, otro es porque la dinámica diaria y los tiempos de traslado impiden llegar a tiempo para ver un programa en particular, lo cual nos está moviendo a preferir el contenido “On demand” o consumir contenido cuando, como y donde lo queremos.
Otro factor muy importante, es que hoy contamos en la mano con un dispositivo capaz de desplegar contenido en video en una calidad razonable, y contando con una conexión de WIFI decente podemos ver horas de video sin problema.
En cuento a las fuentes de contenido, en el 2004, nace Vimeo como plataforma para compartir gratis videos en Internet; al año siguiente nació Youtube la cual fue comprada por Google en 2006 por 1,650 millones de dólares, y a partir de ahí la historia del consumo de video cambió de manera definitiva. Recientemente Facebook y Twitter han modificado sus plataformas para desplegar video de una forma más natural, sin salir de estas para reproducirlos.
En días pasados se realizó la entrega de los Emmys o el equivalente de los Oscars para Televisión. Para sorpresa de muchos de las casi 130 categorías que se premian ahí, entre Netflix y Amazon contaban con 70 nominados, de hecho la primera, cuenta ya con más de 400 nominaciones y 90 premios de distintos tipos y recordemos que originalmente no era un generador de contenido.
Una de las series más vistas de la historia es The Walking Dead y el fuerte de sus ingresos hoy viene del streaming y la renta y venta online, ya no únicamente de los episodios transmitidos cada semana.
Un ejemplo del cambio en la forma de hacer televisión lo está dando Netflix con House of Cards, donde están invirtiendo millones en series originales propias, creando contenido de muy alta calidad, en lugar de pagar a un tercero por el. Hoy Netflix cuenta con 83 millones de usuarios en 190 países y ofrece más de 125 millones de horas de contenido.
Con el tiempo, hemos perdido el sentido de urgencia por ver un contenido, pero hemos ganado el poder elegir cuando y como verlo. Esto se vio en las pasadas olimpiadas, donde por primera vez en la historia hubo momentos en lo que los espectadores online llegaban a igualar a los de TV regular o de cable, mostrando una clara tendencia a consumir contenido de una forma diferente a la tradicional.
¿Y los anunciantes?
Viendo el escenario anterior, parece que queda poco espacio para los anunciantes, y es que también en este rubro las cosas están cambiando. En lugar del spot de 20 o 30 segundos, hoy puede resultar más atractivo para el anunciante una mención o aparición dentro de un capitulo, donde los protagonistas hablen o lo utilicen. GM, Ford y Pepsi son ejemplos de marcas que ya están empezando a utilizar este recurso en series transmitidas por internet.
Por su parte Youtube esta utilizando un modelo no tan atractivo para el espectador, pero sin duda resulta efectivo para el anunciante, al colocar un anuncio previo al video solicitado.
Hoy los anunciantes deben entender que el medio ya cambió, que el público está esperando algo distinto, y que las condiciones para innovar están dadas, el reto ahora es ver quien se va a atrever a hacer las cosas diferente.
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor
