La semana pasada, Burger King anunciaba con bombo y platillo la llegada de una nueva propuesta a su menú.
Se trata el llamado Ch’King, un sandwich de pollo que además de reforzar la presencia de la marca en una categoriza particularmente rentable en el sector de fast food, trajo consigo una nueva visión para la marca, en donde la apuesta por productos menos sintéticos y más naturales se alza a toda voz.
Los antecedentes
De la mano de la llegada de este nuevo producto, la reconocida cadena de comida rápida lanzó una campaña con la que busca alejarse del término “comida chatarra o basura”, en la que hace hincapié en el uso de productos naturales en sus hamburguesas.
De esta manera, bajo el lema “Belleza real, sabor real” la marca anunció que habría finalizado el proceso de eliminación de conservantes, colorantes y aromas artificiales de todos sus productos cuando menos en el mercado español.
Este esfuerzo no es menor si consideramos que el consumidor cada vez más busca productos con mejores garantías para la salud, en donde los productos de origen cien or ciento natural son especialmente valorados.
Así cobra relevancia reconocer que a finales del año pasado, por ejemplo, se estimaba que entre el 8 y 26 por ciento del gasto habitual de los mexicanos se destinaba a productos considerados como saludables, caracterizados por portar menos azúcar a la dieta diaria, son componente de recetas de comida saludable y muestran claramente el contenido nutrimental, de acuerdo con Nielsen.
De esta manera, se estima que uno de cada 10 hogares, compra productos de categorías light, saludable, orgánicos y funcional, lo que representan un 45 por ciento más de gasto en el último año.
Los hechos
Lo anterior cobra relevancia ante los hechos recientes. Y es que tal y como publican desde Business Insider, ahora se ha dado a conocer que supuestos trabajadores de Burger King filtraron al reconocido nutricionista e impulsor del movimiento real fooding en España, Carlos Ríos, los ingredientes que contiene la hamburguesa de pollo Crispo Chicken de Burger King.
Con estos hechos se dio a concoer, entre otras cosas, que la cantidad de carne que contiene cada una de estas hamburguesas de pollo no supera el 57 por ciento, el resto está conformado básicamente por harina.
En la etiqueta que se ha hecho publica gracias a una serie de Stories publicadas por Ríos se puede leer que los ingredientes de esta popular hamburguesa de Burger King son: “Carne de pollo (57%), piel de pollo, aceite de girasol, maíz, harina de trigo, almidón modificado de maíz, sal aromas, especies (contiene apio), azúcar, levadante: E341-E500, ajo en polvo, malta de cebada”.
Esta filtración es destacada si consideramos que no es posible saber de qué están elaborados los productos de esta cadena, ya que ni en locales ni en su página web aparecen listados. Solo es posible acceder a su valor nutricional, disponible en la web.
¿Publicidad falsa?
Lo cierto es que este hecho sumado a su reciente campaña “Belleza real, sabor real” ha desatado una serie de críticas hacia la marca, considerando que se trata de publicidad engañosa considerando que la carne que se utiliza cuando menos en esta hamburguesa es precocida y congelada, por ejemplo.
Business Insider España citó a un portavoz de la compañía quien ante estas acusaciones indicó que cuando hablan de productos frescos no se refieren a la carne que utilizan en sus hamburguesas. “Cuando hablamos de la frescura de nuestros ingredientes nos referimos a nuestros vegetales (tomate, lechuga y cebolla) que proceden de las huertas de Murcia y Navarra”, destacaron desde Burger King.
Este tipo de asuntos no son detalles menores para las intenciones de la marca que, como se ha podido ver, ahora busca alcanzar a un consumidor mucho más alineado a estilos de vida saludables. Las acusaciones de engaño no harán más que dificultar más la entrada a una categoría opuesta a la que caracterizó a la firma por décadas.