De acuerdo con un anÔlisis de Counterpoint Technology Market Research, Samsung ganó mÔs por el iPhone X que por el Galaxy S8, su producto estrella durante 2017.
La surcoreana es la responsable de aportar componentes para las pantallas OLED, obteniendo ganancias de 110 dólares por cada dispositivo vendido por la Gigante de Cupertino, cuyas expectativas para este 2018 son altas: colocar mÔs de 120 millones de iPhone X y sólo 50 millones de Galaxy S8.
AsĆ, mientras las ganancias de Samsung son altas, su posición de proveedor hace que ocupe la segunda posición global, por lo que la compaƱĆa alista el lanzamiento del Galaxy S9 para febrero de 2018, de acuerdo con Bloomberg, como una de sus grandes apuestas del aƱo.
Por ello, todo lo que ocurra con este dispositivo es relevante no sólo para la marca o sus competidores, sino para el mercado de los smartphones en general, en donde la empresa marca tendencia, a la par de Apple.
Primero, causó furor la filtración de OnLeaks, con el presunto nuevo diseño, con una apuesta por un ratio de pantalla 18:5:9 y no por el 18:9 que permite tener dos cuadrados perfectos en la parte frontal y la que marcas como LG han sacado mucho provecho.
Ahora, es la red social Weibo la que filtra el diseño completo del smartphone en sus versiones Galaxy S9 y el Galaxy S9+.

AdemĆ”s de la diferencia obvia de tamaƱo, destaca queĀ el lector de huellas dactilares se ubicarĆa debajo de la cĆ”mara.
En el frente, el portalĀ SlashgearĀ compartió tambiĆ©n desde Weibo que poseeĀ un panel con la pantalla como protagonista, como se ha hecho en la compaƱĆa desde hace tiempo, con marcos delgados en los que se ubican los sensores.

Aunque no se trata de un diseƱo revolucionario del mercado, lo cierto es que Samsung aprendió una lección muy importante hace un par de aƱos: priorizar las caracterĆsticas que le gustan a sus consumidores, intentando innovar, pero sin apresurarse, pues sabe que un error cuesta muy caro.