Buenos Aires, Argentina- Las celebraciones de fin de año están a un paso y en la gran mayoría de las empresas ya comenzaron a planear las actividades de las que participarán sus empleados. ¿La novedad? La incorporación de tecnología y el uso de las redes sociales antes, durante y después del festejo.
Efectivamente, con la idea de abarcar a la mayor franja de edades como sea posible y, a la vez, en una estrategia de marketing interno crear un ambiente que muestre a la empresa a la vanguardia de las disponibilidades tecnológicas y del uso de las nuevas herramientas informáticas, las redes sociales están siendo una de las claves en la organización y promoción de los eventos del fin de año 2011.
“En el momento de organizar el festejo, la preferencia se está inclinando en el uso de nuevas tecnologías en soportes técnicos”, dijo Diego Feldberg, director de la compañía especializada en eventos corporativos Dafing Group. “Se pasan videos institucionales, se emite la fiesta en vivo o se organiza un show de láser”, agregó. Pero además, la convocatoria al festejo se está realizando a través de canales no convencionales, como las redes sociales, especialmente Facebook y Twitter. El email de la empresa “ya es historia”, aseguran
Asimismo, con la explosión en el uso de smartphones, la interactividad se manifiesta incluso durante la misma fiesta, ya que los invitados pueden, por ejemplo, elegir la música, votar en algún concurso, enviar SMS para que su opinión sea difundida durante el evento, twittear o simplemente jugar.
En algunas compañías con empleados de entre 20 y 30 años qué mejor imagen se puede dar “hacia adentro” de la empresa que colocar consolas Nintendo Wii y PlayStation 3 como elementos para generar actividades recreativas y de diversión en el mismo salón del agasajo.
Las redes sociales serán parte también del “post-fiesta”, ya que le darán mayor duración en el tiempo al evento. En el Facebook de la compañía o en un canal especialmente creado, los invitados podrán colgar fotos y comentarios, y seguir disfrutando aun cuando la fiesta ya se haya terminado.