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Benedicto XVI es el Papa emérito de la iglesia católica y una de las figuras más polémicas en esta organización, por la influencia que ha tenido en la política vaticana.
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Benedicto XVI es sin lugar a dudas una marca personal de gran impacto, por lo que la mala tendencia que protagonizó con una noticia falsa es un caso destacable.
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La verificación de noticias así como la comprobación de datos es crucial hoy en día en redes sociales, por pésimos fenómenos como las noticias falsas.
Felipe Calderón solucionó en redes el haber impulsado información de que Benedicto XVI había muerto, por lo que salvó su influencia en estas plataformas. La acción de Felipe Calderón, enmendando su error de caer en información falsa, es como hoy en día las figuras púbicas trabajan su reputación en redes, sobre todo cuando vemos que hay un interesante porcentaje de adultos preocupados por la veracidad de la información que consumen en estas plataformas.
Lamento haber seguido la noticia (ahora sé que no está confirmada) de la muerte de Benedicto XVI. Reitero las virtudes de pensamiento profundo, humildad y sabiduría que dije de él y mi gratitud por su visita a México cuando tuve el honor de ser Presidente. Ruego por su salud.
— Felipe Calderón ?? (@FelipeCalderon) July 12, 2022
Vale la pena recordar que Calderón es el expresidente de México, con cuentas verificadas en redes sociales como Twitter, donde tiene un gran impacto como figura pública. El corto periodo de tiempo que tardó en solucionar su error al caer en información falsa, es el mismo que conlleva verificar la información o simplemente reportar lo que se está comentando en redes, como una tendencia o información no verificada.
Los hechos ocurridos en redes recuerdan lo importante que es el contenido y la verdad de este cuando se distribuye.
CALDERÓN COMPRUEBA UN INSIGHT
La falta de verificación es un problema serio cuando se comparte información a través de redes sociales, pero así como se comparte información falsa, también se puede solucionar el error cometido.
Dentro de México se han calificado a las redes sociales con la mayor cantidad de fake news. Hasta 2019, un año antes de que se desatara de manera global la contingencia sanitaria, el estimado de Comunicación Política Aplicada colocó a Facebook como el principal medio de distribución de noticias falsas, con un 65 por ciento donde se identificó la mayor cantidad de información falsa recibida por usuarios de redes. A Facebook el sigue Whatsapp, con 31 por ciento, y Yotube, con 1.9 por ciento.
La estrategia con que Felipe Calderón solucionó la información falsa en la que cayó, dando por válida la muerte de Benedicto XVI, no solo se debió al evidente error cometido, también a que en México hay un alto índice de preocupación entre adultos usuarios de redes sociales.
Cuando We Are Social se dio a la tarea de conducir el Digital 2021 Report, esta encontró que en México el 59.5 por ciento de los adultos se dijo preocupado por la veracidad de las noticias en internet.
Dentro de este estimado, el país donde hay una alta preocupación por ello es Brasil, con un 84 por ciento de los adultos afirmando dicha situación.
LA NUEVA DINÁMICA EN REDES
Felipe Calderón tuvo una genial idea y es que al reconocer el error de haber caído en información falsa, que anunciaba la muerte de Benedicto XVI, enmendó la reputación en la que se basan cuentas verificadas en redes sociales, que es la de distribuir información verídica en estos medios.
La verificación de información antes de darla por buena es un ejercicio muy importante y establece con ello acciones que se han tenido que impulsar ante la facilidad con que la información falsa puede distribuirse en redes.
Con esto en mente queda patente un ejercicio muy relevante y es el que tiene que ver con la manera en que hoy en día se asumen tareas como usuarios y cuentas con influencia.
En ambos casos hay una obligación por verificar lo que se consume y lo que se comparte, respectivamente, por lo que hay protocolos muy simples como el acudir siempre a la fuente oficial de la información y en el inter reportar el hecho como lo que es, una tendencia o conversación social sobre la que no se tiene certeza.