Santiago, Chile.- El mundo nos celebra hoy, pero los estudios de igualdad de género siguen situándonos en segunda categoría. El tema es recurrente y las aristas son muchas – históricas, religiosas, culturales, etcétera-. Avances hay, sin embargo las cifras siguen mostrando una realidad, insólita para estos tiempos, que no parece variar.
Es curioso. Somos más mujeres que hombres en el mundo, somos las que decidimos qué se hace y qué se compra en el hogar y en la oficina y aún así la desigualdad de género sigue siendo una triste realidad en todos los ámbitos y en todos los niveles culturales.
En febrero de este año, El Mercurio, publicó una completa información señalando que en Chile existe una brecha del 20% entre hombres y mujeres, que aunque se generen más empleos para nosotras, éstos son ofrecidos con una menor remuneración. Y no sólo eso, el porcentaje tenderá a subir con los años. Es decir, retrocedemos en lo que habíamos conseguido.
Y no son cifras al azar, la Superintendencia de Pensiones publica el gráfico siguiente, donde queda claro que ninguna región del país tiene igualdad de imposiciones. Alguien podría decir que aún hay un grupo de mujeres chilenas que depende de sus maridos, pero para ser honestas, ese porcentaje es cada vez menor. De acuerdo a los datos entregados por esta entidad, el ingreso imponible, en el año 2013, de los hombres que cotizan en Aseguradoras de Fondos de Pensión, alcanzó a $625.866 ( mil cien dólares mensuales), mientras que las entradas imponibles (hablamos de promedio de sueldo) fue de $521.835 (menos mil dólares mensuales), hasta noviembre del año pasado.
En este día en que celebramos (y nos celebran) es importante plantearse las razones, el por qué seguimos aceptando estas diferencias. ¿Necesidad? ¿Inseguridad? ¿Mal manejo? ¿Malos jefes? (ojo que no podemos desconocer que las “jefas”, a veces tienden a ser más patriarcales que ellos). El tema es que, mientras no nos pongamos de acuerdo y hagamos respetar nuestros derechos en forma conjunta, no habrá cambios. Probablemente el llamado de la poetisa chilena Teresa Calderón, con su texto “Mujeres del Mundo Uníos”, sería un buen comienzo.
Mientras tanto ¡Felicidades, chicas!