No pocas veces, he sido acusado de ser un optimista empedernido, porque yo veo un gran futuro para la humanidad. No solo eso, vaticino un nuevo renacimiento, donde los seres humanos podremos dedicar nuestro tiempo a las artes, al pensamiento, la contemplación y el amor.
Un futuro donde encontraremos un nuevo equilibrio con la naturaleza y seremos capaces de curar a nuestro mundo ¿Estoy equivocado? ¿Soy un iluso que peca de optimismo? Honestamente, lo más probable es que la respuesta sea sí.
Las probabilidades, de evitar un futuro apocalíptico y en su lugar vivir en una utopía, son muy bajas. Pero es posible y hay razones para pensar que podríamos lograrlo.
Hoy, la humanidad ha alcanzado un grado de madurez, de pensamiento y tecnológico, muy interesante y esperanzador. Tenemos herramientas muy poderosas, que nos podrían ayudar con esta difícil misión.
Tan solo, el poder de procesamiento que tienes en tu celular es superior al poder de cómputo de la nave que nos llevó a pisar la luna y solo en Estados Unidos, existen más científicos vivos trabajando, que en el resto de la historia de la humanidad.
Cada vez estamos más, y mejor, conectados; estamos cerca de contar con computadoras cuánticas; la inteligencia artificial es tan avanzada, que estamos a un abrir y cerrar de ojos de alcanzar la tan anhelada singularidad humana; todos los días trabajamos para contar con una Blockchain global; cada vez hay más avances en robótica, drones, procesadores, impresión 3D, nanotecnología, etc.
Definitivamente, las herramientas las tenemos, pero este futuro utópico no se va a crear solo. Falta tal vez lo más importante, la disposición de todos para construirlo.
Es necesario encontrar mecanismos de colaboración y comunicación que nos ayuden a coordinar esfuerzos al rededor del mundo. Personalmente, creo que la web 3.0 nos ayudará con esto. Pero no lo sabremos hasta que lo hayamos logrado.
Será un camino difícil e incierto, pero que, por el bien de la humanidad, es necesario recorrer. Yo personalmente tengo fe, creo que lograremos atravesar este momento complicado, para volvernos una mejor especie.
Independientemente del futuro que nos espera. Hay algunas cosas que son más seguras y terrenales en este momento.
A todos nos cambió la forma de ver el mundo y la realidad. Vivir el aquí y el ahora, es más importante que las visiones de un futuro, que tal vez nunca llegará, para bien o para mal.
Nuestra existencia se volvió más efímera, queda claro que hoy estamos, pero mañana no sabemos. Esto nos obliga a disfrutar más el momento y a la gente que nos rodea.
En este año que empieza debemos tener la vista en el futuro, pero el corazón en el presente. Disfrutar los momentos, los abrazos, las risas, las palabras. Aprovechar cada momento para ser felices, para aprender, para disfrutar de nuestra existencia y de la existencia de nuestros seres queridos.
No sabemos lo que nos espera, pero si logramos reír y disfrutar a pesar de todo, será un gran año.
Este año 2023, total felicidad es mi deseo, para ti y los tuyos.
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Alberto Arroyo