• En 2021, se produjeron aproximadamente 12.841 millones de litros de leche de vaca.

• La FDA determinó que las opciones de leche no láctea deben etiquetarse con la información que describa claramente los ingredientes y nutrientes.

• El mercado de las leches vegetales se encuentra en constante aumento, y se estima que podría rebasar la barrera de los 1.000 millones de kilogramos a partir de 2025.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha publicado un nuevo anuncio en el que se solicita que los productos que se comercializan y venden como alternativas a la leche de vaca, como la leche de soya, la leche de almendras o la leche de avena, incluyan una declaración de nutrientes en sus etiquetas, con la finalidad de que expliquen y comparen su información nutrimental con el producto lácteo.

Industria de leche 

Se ha visto que se ha generado una división en cuanto a preferencias de leche, pues hay quienes prefieren de vaca, mientras que otros optan por leches vegetales que en los últimos años han tenido un notable crecimiento debido a la alta demanda, aunque se ha generado debate en cuanto a este producto por no ser consideradas leches realmente al no tener lácteos, sino que más bien son consideradas “lechadas” por algunas personas.

Cada vez más personas están optando por opciones no lácteas debido a problemas de salud, éticos y ambientales, pues la leche de vaca puede ser difícil de digerir para algunas personas y puede causar intolerancias y alergias alimentarias. Además, es bien sabido que la producción de leche de vaca requiere grandes cantidades de agua y emite gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.

Por otro lado, las opciones de leche no láctea como la leche de almendras, soya y avena ofrecen beneficios nutricionales y ambientales. Estas opciones de leche contienen menos grasa saturada y calorías que la leche de vaca, y no requieren la misma cantidad de recursos para producirse, y debido a eso es que se han posicionado tan bien en el mercado, aunque la leche de almendras ha tenido mala fama de poner en riesgo la vida de las abejas a la hora de su producción, de acuerdo con Statista, en 2021, se produjeron aproximadamente 12 mil 841 millones de litros de leche de vaca, lo que no solo supuso un incremento de casi 200 millones de litros con respecto al año anterior, sino que representó además la cifra más elevada del periodo desde el año 2011.

FDA solicita etiquetado especial para las leches vegetales

La FDA determinó que las opciones de leche no láctea deben etiquetarse con información que describa claramente los ingredientes y nutrientes de los que se compone con la finalidad de que el consumidor pueda determinar si le conviene más consumir leche láctea o de origen vegetal, este etiquetado deberá de ser una guía que ayude al consumidor.

“La guía preliminar de hoy se desarrolló para ayudar a abordar el aumento significativo en los productos alternativos a la leche a base de plantas que hemos visto que están disponibles en el mercado durante la última década”. “Las recomendaciones preliminares emitidas hoy deberían  proporcionar a los consumidores un etiquetado claro a fin de brindarles la información que necesitan para tomar decisiones informadas sobre nutrición y la compra de los productos que adquieren para ellos y sus familias”. Señaló el comisionado de la FDA, el doctor Robert M. Califf.

La guía preliminar titulada “Etiquetado de alternativas a la leche a base de plantas y declaraciones voluntarias de nutrientes: guía para la industria” recomienda que los productos que se comercializan como alternativas a la leche de vaca incluyen el término “leche” en su nombre (por ejemplo, “leche de soya” o “leche de almendras”) además deben incluir una declaración voluntaria de nutrientes que exprese comparaciones del producto con la leche utilizando los criterios de nutrientes sustitutos de la leche líquida del Servicio de Alimentos y Nutrición del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, la etiqueta podría decir: “Contiene cantidades más bajas de vitamina D y calcio que la leche”. Para que los usuarios puedan tomar la mejor decisión que más beneficie en su salud.

Evidentemente, este etiquetado permitirá que las personas puedan tomar una mejor decisión tanto para ellos como para su familia.

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