Las noticias relacionadas con los laboratorios y las farmacéuticas de estos días (semanas, meses) tienen un denominador común: Covid-19. Prácticamente todo lo que se habla sobre esta industria tiene que ver con el combate al coronavirus.
Sin embargo, hay excepciones que, aunque no impacten en la opinión pública de igual manera (no hay una pandemia de por medio), también son muy importantes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó un medicamento para tratar la enfermedad el alzheimer.
Se trata del fármaco Aduhelm, de Biogen.
Si bien es cierto que el medicamento tiene un costo muy elevado (¿el precio de Aduhelm? más de 55 mil dólares) y, obviamente, no se masificará en lo inmediato. También es verdad que es un paso clave para poder avanzar en el tratamiento de una enfermedad que afecta a millones de personas alrededor del mundo.
Los inversores lo entendieron así porque las acciones de Biogen crecieron exponencialmente desde que se conoció la noticia.
De 270 dólares, pasaron a venderse en Wall Street a 395, un incremento del 47 por ciento en unas pocas horas.
Esto demuestra que toda la inversión que Biogen Inc hizo en innovación, tarde o temprano, tuvo sus frutos.
Además, en la industria entienden que la aprobación del medicamento y el despegue en la bolsa puede impulsar las perspectivas de otros tratamientos.
Así es, que la FDA le haya dado luz verde a Aduhelm podría ser un buen augurio para otros medicamentos contra la afección que la tratan de la misma manera.
El medicamento de Biogen avanzó en un camino que se creía inútil: tratar el alzheimer eliminando la acumulación de una sustancia pegajosa en el cerebro conocida como amiloide.
La decisión fue muy bien recibida por numerosos grupos de pacientes y de médicos alrededor del mundo, ya que hasta ahora no hay buenas alternativas de tratamiento.
Por supuesto, la aprobación fue criticada por aquellos investigadores que entienden que el precio es prohibitivo. Además, algunos dicen que no hay suficiente evidencia para demostrar que el medicamento funciona.
El alzheimer y la innovación en la industria farmacéutica
A nivel mundial, la industria farmacéutica se sostiene entre las más innovadoras a partir, precisamente, de la necesidad de generar nuevos y mejores productos.
El Covid-19 es un ejemplo muy claro de esto: el laboratorio que no haya invertido en estos meses en desarrollar vacunas perderá una gran posibilidad de avanzar sobre nuevos y muy redituables mercados.
La innovación en la industria farmacéutica no es sencilla. Los especialistas en fármacos sostienen que de cada 10 mil moléculas que se analizan con la idea de generar soluciones a enfermedades, una sola puede ser desarrollada luego para crear un nuevo medicamento.
Es por eso que la innovación, en la industria farmacéutica está por sobre cualquiera de las otras bases en la que se asienta la mercadotecnia moderna.
Sin innovación, no hay productos en esta industria.
Y otro detalle clave: la inversión en el lanzamiento de un producto nuevo (por eso se apuró Biogen en lanzar su nuevo desarrollo para el alzheimer). Quien más y mejor invierta en la publicidad del lanzamiento y en el posicionamiento inicial de un medicamento, será el que quede mejor posicionado para recuperar lo invertido en el desarrollo.
