-Tras toma de capitolio, demócratas pedirán candados extra de seguridad
-Se seguirán haciendo llegar misivas para pedir restricciones a redes sociales
-Aunque parece una medida justa, la facción más grande en EUA podría tener otras intenciones
Las redes sociales han sido fundamentales para ser las plataformas de la denuncia, para pedir asistencia en medio de la pandemia, sin embargo, a veces contribuyen a la desinformación. Pero esa solo es una cara de la moneda. Pues también se prestan para reproducir el discurso intolerante y otras retóricas que atentan contra la seguridad y la dignidad humana.
De acuerdo con un estudio del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), En un més, en países como México, los mensajes de homofobia, racismo, clasismo y misoginia rondan en los 60 mil 57.
En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, pudo reproducir mensajes intolerantes en al menos 11 mil tuits durante 33 meses, según el New York Times; es decir, un sola persona pudo causar este impacto durante mucho tiempo, aunque las cartas en el asunto solo se tomaron hasta el final de su mandato.
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Ello ha provocado que legislaciones se preocupen por el rol espacios como Facebook, Twitter o Youtube a la hora de involucrarse en la política, pues fue noticia que a través de hashtags y cuentas en esas plataformas se organizó el movimiento en apoyo a la retórica del magnate que atentó contra la seguridad de muchos.
En cartas dirigidas a los directores ejecutivos de Facebook, Twitter y YouTube, representantes demócratas, junto con docenas de otros miembros del parlamento, pidieron a las empresas que hicieran cambios radicales en sus plataformas para frenar la actividad violenta y extremista en sus redes.
Los legisladores acusaron a las empresas de usar ciertas características de productos y algoritmos que impulsan el contenido que evoca emociones extremas como un medio para aumentar ataques.
Señalaron en sus misivas las características específicas que quieren ver cambiadas en cada plataforma. Para YouTube, los legisladores dijeron que les gustaría ver a la compañía deshabilitar la reproducción automática y dejar de recomendar cualquier contenido conspirativo junto con videos o en las páginas de inicio de los usuarios.
Se le requirió a Facebook que comenzará un “reexamen fundamental” la participación del usuario “como la base de la clasificación algorítmica y las recomendaciones que llegan a este”, solicitaron una de las cartas de los demócratas.
Los legisladores también pidieron a Twitter que comience a pedir a los usuarios que escriban citas en los tweets en lugar de sólo retuitearlos casi de manera automática.
“El terrible daño a nuestra democracia causado el 6 de enero demostró cómo estas plataformas de redes sociales jugaron un papel en la radicalización y envalentonamiento de los terroristas para atacar nuestro Capitolio. Estas empresas estadounidenses deben repensar fundamentalmente los sistemas algorítmicos que están en desacuerdo con la democracia”, abundó la facción más grande en su mensaje a redes.
Por otro lado, el día de hoy, la presidenta de supervisión de la Cámara de Representantes, Carolyn Maloney, pidió al director del FBI, Chris Wray, que abriera una investigación sobre Parler, un homólogo de Twitter con tendencia conservadora, luego del ataque al Capitolio pro-Trump.
Aunque parece justa la petición de los demócratas, también es importante observar que puede haber doble rasero en el asunto, pues sin equilibrio, tanto redes como la parte política siempre buscarán sacar provecho del asunto.
Se trata pues, no solo de una pelea en contra de las actitudes racistas e intolerantes en redes, pues también se disputa quién tiene más poder, si las plataformas de redes sociales, o los políticos que pueden legislar sobre ellas.