Estados Unidos.- En los últimos tiempos, la preocupación entre consumidores y reguladores sobre cómo usan los datos online y cómo cooperan las compañías tecnológicas con el Gobierno en cuanto a vigilancia se refiere, ha aumentado considerablemente. Y, ahora, más que nunca, cuando se ha conocido que Facebook y Twitter proporcionaban datos sobre manifestantes a la policía estadounidense.
En concreto, los departamentos de policía de EE.UU utilizaron los datos de ubicación y otras informaciones de usuarios de redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram, para rastrear a manifestantes en Misuri, Baltimore y Ferguson, según se ha podido conocer gracias a un reporte de American Civil Liberties Union.
Según dicho reporte, se ha podido saber que, hasta el pasado mes de julio, Geofeedia (compañía de datos de Chicago que es la que suministra la información a la Policía) vendía un producto de seguimiento de medios sociales como una herramienta para vigilar protestas. Dicho producto, lo que permitía era que los clientes pudieran revisar mensajes online vinculados a una ubicación específica.
Las redes sociales, no han hecho esperar su posicionamiento ante el tema y un portavoz de Facebook, en un comunicado, ha aclarado que “el acceso a Geofeedia estaba sujeto a la limitación en nuestras políticas, que detalla lo que esperamos de nuestros desarrolladores que reciben datos usando la plataforma de Facebook”. Con estas palabras, la compañía, quiso dejar claro que puso fin al acceso a Geofeedia el pasado 19 de septiembre.
Además, tras la revelación, Twitter también se ha manifestado y ha expresado que “suspendía el acceso comercial de Geofeedia a los datos de Twitter”.
Lo que queda claro con datos como estos es que nuestra seguridad en Internet cada vez está más en entredicho. Y es que, además de este, ya hemos escuchado el caso de hackeo en cuentas en páginas webs reconocidas que creíamos seguras.
