Una iniciativa de investigación independiente anunciada por Facebook tras el escándalo de Cambridge Analytica presentará su primer estudio, que ofrecerá acceso a un petabyte de datos a académicos de usuarios anónimos para comprender el papel de la desinformación en las elecciones.
Gary King, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard y copresidente de la campaña, explicó a Bloomberg que los datos, que equivalen a 1 millón de gigabytes, abarcarán casi todos los URL públicos en los que usuarios de Facebook hicieron click en los últimos 12 meses.
En esas direcciones, estarán incluidas aquellas noticias que fueron juzgadas como falsas por los verificadores de información.
Los datos también incluyen detalles demográficos sobre quienes interactuaron con los enlaces, como la edad, el sexo y la afiliación ideológica de los usuarios y de sus amigos, así como sobre sus comportamientos, es decir, si compartieron el vínculo sin abrirlo o si usaron una cara feliz o triste para comentar sobre él.
Se trata de la primera prueba del grupo de investigación, llamado ahora Social Science One, que trata de brindar más acceso académico a los datos de la red social equilibrando la privacidad y las necesidades de los propietarios con la independencia para que los académicos publiquen lo que encuentren.
La estructura de Social Science One para la investigación de Facebook involucra una nueva “comisión” con una docena de comités, un consejo académico externo que decidirá a cuáles investigadores se otorgarán proyectos y siete fundaciones independientes de Estados Unidos para financiar el trabajo.
Ninguno de los estudios será pagado por Facebook, con sede en Menlo Park, California. Los nombres de los comités indican que algunos futuros temas de investigación pueden ser la publicidad política, el compromiso cívico y la polarización.
Facebook lleva años trabajando con investigadores académicos para tratar de entender su papel en la sociedad, pero se muestra dividida ante los riesgos del escrutinio externo.
Aunque otorgó subsidios sin restricciones a algunos académicos, Facebook ha mantenido cierto control sobre lo que se divulgó, mezclando a académicos con investigadores internos y exigiendo una revisión previa a la publicación de los documentos.
La difusión de desinformación y noticias falsas durante las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos y el escándalo suscitado por la consultora política Cambridge Analytica, que obtuvo datos de hasta 87 millones de usuarios de Facebook en EU, aumentó la presión sobre la compañía para que permitiera a académicos independientes ‘mirar bajo su alfombra’.
En abril, la empresa anunció la nueva iniciativa de investigación, desarrollada por King y Nathaniel Persily, profesor de Derecho de la Universidad de Stanford.