Un reporte hecho por la BBC ha puesto en jaque a las políticas de moderación de contenido de Facebook, que en los últimos meses han sido severamente criticadas por ser más efectivas con grupos de protesta enfocados a la libertad de expresión que con imágenes explícitas de pornografía infantil.
La investigación hecha por periodistas afiliados a la BBC reveló que el intercambio de imágenes de menores de edad con alto contenido sexual sigue siendo una constante en grupos secretos formados en la red social -la cual se coloca como la más importante del globo con un ingreso bruto de 27 mil 678 millones de dólares al año-. De 100 imágenes explícitas que fueron reportadas, sólo 18 fueron eliminadas por Facebook, que consideró que las 82 restantes “no violaban los estándares de la comunidad”.
Al parecer el algoritmo de inteligencia artificial hashing -utilizado por Facebook, Twitter y Google para encontrar imágenes explícitas, marcarlas, borrarlas e impedir su reproducción- no está funcionando del todo bien. Y como ejemplo está la investigación que se está llevando a cabo a cientos de Marines acusados por subir fotos privadas de mujeres que forman parte del ejército de Estados Unidos a grupos de Facebook.
Este tipo de acusaciones ponen en el ojo del huracán a la red social, que además de ser acusada de apoyar eventos conservadores a favor de Donald Trump, sus políticas de moderación de contenido han sido evidenciadas como pobres y cínicas: El algoritmo de censura de Facebook resulta ser más efectivo con publicaciones concernientes a la libertad de expresión y el activismo político que con contenido pornográfico o explícitamente violento.
Ante el golpe mediático, la empresa liderada por Zuckeberg ha decidido mantener su hermetismo y no se ha pronunciado al respecto. De hecho ha trascendido que una entrevista que tenían agendada con los periodistas de la BBC que evidenciaron las fallas en la censura de la red social ha sido cancelada de manera arbitraria.
¿Qué consecuencias puede llegar a tener este panorama para Facebook? Una posible devaluación como marca digital ya que lo único que ha quedado demostrado con estos casos es que la seguridad y privacidad de sus usuarios no son prioridad para la red social más utilizada del planeta.
Y el clima actual no es el indicado para que Facebook se confíe de su imponente presencia y penetración en el mercado. Snapchat ha comenzado ha pisarle los talones como marca con un par de casos de éxito muy concisos: su entrada triunfal en la bolsa de valores de Nueva York y el fenómeno cultural en el que se ha convertido la experiencia que diseñaron para sus usuarios, la cual ha sido copiada descaradamente por las plataformas que conforman el conglomerado tecnológico de Mark Zuckerberg.