- Los aranceles de Estados Unidos fuerzan un freno en buena parte de las fábricas chinas.
- Estas empresas están buscando nuevos mercados en Latinoamérica y Europa.
- También prueban con marketing digital: el livestreaming impulsa las ventas internas ante crisis.
La imposición de fuertes aranceles por parte de Estados Unidos está comenzando a tener un efecto palpable en la actividad manufacturera china, obligando a las fábricas a pausar sus líneas de producción y a explorar nuevos horizontes comerciales, principalmente en Latinoamérica y Europa, según reportan distintos medios internacionales este lunes 28 de abril.
Esta situación, desencadenada por el aumento en los gravámenes a los productos chinos de más del 100%, está generando una merma importante en los pedidos y afectando el panorama laboral del gigante asiático.
Impacto de los aranceles estadounidenses
La duplicación de los aranceles estadounidenses está provocando un golpe de una magnitud superior al experimentado durante la pandemia de Covid-19, según Ash Monga, CEO de Imex Sourcing Services, le dijo a CNBC.

Para las pequeñas empresas chinas, con recursos limitados, este incremento repentino en los costos podría resultar insostenible, llevándolas al cierre.
Cameron Johnson, de la consultora Tidalwave Solutions en Shanghái, le dijo al mismo medio que “varias fábricas han tenido que enviar a la mitad de sus empleados a casa durante algunas semanas y detener gran parte de su producción”.
Los sectores más perjudicados en este momento son los de juguetes, artículos deportivos y productos de bajo costo.
Esta desaceleración productiva no es todavía generalizada, pero se está manifestando en centros neurálgicos de exportación como Yiwu y Dongguan, generando preocupación sobre una posible expansión.
Existe la esperanza de una baja de los aranceles que permita la reanudación de los pedidos, pero mientras tanto, las compañías están recurriendo a la suspensión temporal de empleados y a la paralización de parte de su capacidad productiva.
Se estima que entre 10 y 20 millones de trabajadores en China están vinculados a negocios de exportación con destino a Estados Unidos, de un total de 473.45 millones de trabajadores urbanos el año pasado, según Goldman Sachs.
En este panorama, los fabricantes chinos se ven en la necesidad de buscar alternativas para mitigar las consecuencias de la política arancelaria estadounidense.
Nuevas estrategias comerciales de las fábricas chinas
Ante esta disrupción comercial, las fábricas chinas y los exportadores de este país están adoptando otras tácticas de venta.
Un ejemplo es Woodswool, un fabricante de ropa deportiva con sede en Ningbo, cerca de Shanghái, que rápidamente se volcó a la venta en línea dentro de China a través de transmisiones en vivo (livestreaming).
A pesar de que los pedidos iniciales a través de este canal representan solo un pequeño porcentaje de la pérdida de negocio ocasionada por la cancelación de todos sus pedidos provenientes de Estados Unidos, la empresa considera esto como un paso inicial para recuperar parte de lo perdido.
JD.com, una importante compañía de comercio electrónico china, anunció 200 mil millones de yuanes (aproximadamente 27.2 mil millones de dólares) para comprar productos chinos originalmente destinados a la exportación y encontrar formas de venderlos dentro del país.
Meituan, en tanto, una empresa de reparto de alimentos, también se ha sumado a esta estrategia de ayuda.
Sin embargo, la magnitud de estas iniciativas es poca en comparación con los 524 mil millones de dólares en bienes que China exportó a Estados Unidos en 2024.
Latinoamérica en la mira de las fábricas chinas
Ante las dificultades para reorientar las exportaciones a través de otros países debido al control estadounidense sobre los transbordos, muchas empresas chinas están diversificando su producción hacia India y el Sudeste Asiático, mientras que otras están volcándose hacia clientes en Europa y Latinoamérica.
Algunas compañías ya habían establecido negocios en otras rutas comerciales desde China.
La empresa de comercio electrónico Beijing Mingyuchu, por ejemplo, está reorientando sus productos de baño a Brasil.
Las exportaciones chinas a Brasil se duplicaron entre 2018 y 2024, al igual que las exportaciones a Ghana.
Sin embargo, ingresar y consolidarse en nuevos mercados como Latinoamérica y Europa tiene sus propios desafíos. Las empresas chinas deben comprender las particularidades de cada mercado, adaptar sus productos a las preferencias locales y construir relaciones comerciales en algunos casos desde cero.
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