A pesar de la crisis de abastecimiento de gasolina en México, el peso ha continuado fortaleciéndose durante enero.
El 26 de noviembre de 2018, el dólar a la venta en el mercado interbancario era de 20.62 pesos y ayer cotizaba en 19.07 pesos.
Esto quiere decir que el precio ha caído 7.5 por ciento.
Los grandes flujos de dólares para que su precio se desplome de esa manera vienen precisamente de los portafolios extranjeros.
De acuerdo con datos del banco central, de mediados de noviembre del año pasado al 3 de enero, los foráneos compraron bonos de deuda del gobierno mexicano con tasas en pesos por un monto cercano a 3 mil millones de dólares.
Los portafolios extranjeros premiaron que se les haya pagado mil 800 millones de dólares de los bonos que tenían para la construcción del aeropuerto de Texcoco, que fue cancelado por el nuevo gobierno.
Además reconocen que el gobierno presentó un presupuesto para 2019 dentro de los cánones exigidos.
Pero en esta fiesta también ha sido muy importante el contexto externo.
La Reserva Federal ha moderado su visión de subir las tasas y es probable que ya no lo haga en 2019, de cara a que las economías de los países desarrollados van a crecer menos.
Incluso el escenario en las siguientes semanas puede ser mejor para el peso, si Donald Trump deja de cerrar el gobierno de Estados Unidos y avanza en las negociaciones comerciales con China.
Ambos factores tienen en ascuas a los mercados financieros globales.
Una fecha clave será el 30 de enero, cuando se dé el primer anuncio de la Fed, en éste podría no sólo no subir sus tasas, sino tener un discurso en favor de ser más benevolente.
Pero el boom del peso va de la mano de muchas monedas emergentes:
Del 26 de noviembre a la fecha el peso mexicano se ha revaluado 7.5 por ciento, el real brasileño 5.6, el peso argentino 4.8 y 3.3 el peso colombiano.
Obvio los gobiernos que hacen políticas públicas más responsables y tienen mayor tasa local son los más atractivos.
Y México tiene una tasa local de 8.25 por ciento, la más alta de los países emergentes.
Es conveniente pensar hacia adelante con prudencia, si se compran dólares y a qué precio, ya que tomar una decisión a la ligera podría conllevar grandes pérdidas de patrimonio.