En abril del 2013, Dove estrenó uno de los experimentos sociales más famosos en la publicidad. Un artista forense se reunió con distintas mujeres para hacer sus retratos hablados según las descripciones que ellas daban de si mismas, sin que él pudiera verlas. A cada participante se le pedía después que conociera a otra de las involucradas en el experimento y que hiciera el mismo proceso y describiera a la desconocida al forense. Los resultados demostraron que a muchas mujeres les cuesta trabajo apreciar su propia belleza, pero que a ojos de los demás son más hermosas de lo que se sienten.
En el 2010, Kotex se dio a la tarea de probar que para muchos hombres, la palabra “tampón” o cualquier cosa que se relacione con ella es todavía cuestión de vergüenza y tabú para ellos. Una chica que tiene problemas por haber olvidado el candado de su bicicleta, le pide a los transeúntes que entren rápido a la tienda y le compren tampones. La gran mayoría reacciona de forma graciosa, sí, pero también bastante avergonzada por la idea de hacer ese favor solo por prejuicios culturales.