Malasia.- La marca de bebidas MILO, propiedad de Nestlé, ha realizado un experimento que hará replantearse a muchos padres su propósito de crear hijos “números 1”. ¿Están presionando los padres demasiado a sus hijos para que sean siempre los mejores? ¿Realmente ser ganador es imprescindible? Con estas cuestiones en mente, la compañía llevó a cabo en Malasia un experimento con varios niños de entre 7 y 12 años para ver qué significaba para ellos “ser el número 1”.
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Uno por uno, se les invitó a los pequeños a situarse sobre un pódium. Resulta curioso que el 81% de ellos, de manera espontánea, escogió colocarse sobre la posición número uno. Al preguntarles acerca de por qué habían elegido esa opción, los niños se refirieron a que si eran “números 1” sus madres les darían besos y abrazos. Por el contrario, indicaron que les regañarían si fracasaban.
De este modo, el experimento reveló que los niños no buscan ganar, sino más bien evitar a toda costa las desagradables consecuencias que se deriven del hecho de haber fallado.
Desde la agencia de publicidad Ogilvy & Mather Malasia, que está detrás de este experimento, han apuntado que la intención de esta iniciativa es “concienciar de que los hijos no necesitan ser empujados constantemente hacia la excelencia, sino estimularles a no rendirse”.