Las cifras actuales de usuarios de Internet sugieren que hay más de 2 mil 500 millones de usuarios en el mundo con una tasa de penetración global de 35 por ciento, de acuerdo con números proyectados por el portal web especializado Statista.
Allí radica la relevancia de destacar en la web para las marcas, que lo logran por medio de estrategias, por ejemplo, de Serch Engine Optimization (SEO), dependiendo el caso.
El mercadólogo sabe que el término se refiere a la optimización de los motores de búsqueda aplicados a una página, esto para crecer la visibilidad ante los cibernautas, de tal modo que logren posicionar el sitio web o algún producto de forma constante.
Esto sería el SEO positivo, pero también existe en negativo. Se trata de enlaces nocivos para un sitio web, emitidos por la competencia; reportes spam o que hackeen tu sitio web y modificar el archivo robots.txt; modificar plugins malware, incluir iframes ocultos o links perjudiciales; en fin, todas estas acciones que un competidor puede realizar en contra de un sitio.
Esto se puede detectar de diversas maneras. La más común es recibir notificaciones de malware o linkbuilding antinatural en Google Webmaster Tool.
Cuando detectas contenido duplicado en el sitio de la marca o cuando llegan numerosos backlinks inesperadamente, con anchor text, desde sitios que no tienen nada que ver con la temática que manejan en tu web.
Otro “síntoma” es el tráfico orgánico o la pérdida de posiciones en el segmento. Para contrarrestar este fenómeno el sitio deberá poner empeño en el contenido que oferta a los usuarios de internet, conformando una página sólida.