La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea, planteó este miércoles 14 de septiembre que se prohíban en los países del bloque los productos manufacturados con trabajo forzoso.
La norma es un factor más de presión para China y se suma a las determinaciones que en el mismo sentido tomó Estados Unidos.
Si bien la Comisión Europea no menciona a ningún país en su proyecto, se produjo en respuesta a una petición del Parlamento Europeo de aprobar una ley de esta naturaleza para poner en relieve la preocupación de los países de la zona euro por los derechos humanos en la región china de Xinjiang.
Numerosos grupos de derechos humanos, incluidos varios países de forma independiente, acusan a China de cometer abusos contra los “uigures”, una minoría étnica mayoritariamente musulmana en la región de Xinjiang, donde proliferan las plantaciones de algodón, insumo clave para el mundo de la moda, especialmente las marcas deportivas y el fast fashion.
Estados Unidos, que fue más allá y acusó a China de genocidio, aprobó el año pasado una ley que impide la importación de productos de Xinjiang.
China, por su parte, niega estos abusos contra las minorías en la región que, además de ser productora clave de algodón, fabrica materiales que se usan en paneles solares.
Europa y una decisión sobre trabajo forzado que preocupa a las marcas
Según la propuesta de la Comisión Europea, la prohibición debería aplicarse a todos los productos y a cada uno de los niveles de producción, desde la extracción y cosecha de algodón, hasta los artículos terminados.
La norma es un problema para la industria porque si bien está hecha a la medida de Xinjiang, no especifica lugares, regiones ni países, ni establece a qué llamará “trabajos forzados”.
Así, en el futuro, podría aplicarse con otras regiones donde las marcas de fast fashion, como Zara y H&M, por ejemplo, tengan plantas de producción o compren materias primas en cantidad.
Decenas de marcas textiles alrededor del mundo confeccionaban hasta hace un par de años sus prendas con toneladas de algodón de Xinjiang, la región china sobre la cual pesan numerosas denuncias vinculadas a la violación de los derechos humanos.
Esto cambió luego de que organizaciones sin fines de lucro, medios internacionales y los gobiernos hayan advertido que en esa provincia en el extremo oeste de China los trabajadores de la minoría uigur son obligados a trabajar en los algodonales en condiciones infrahumanas.
Es por eso que marcas como Japans World y Mizuno se unieron a Nike y Uniqlo y, en mayor o menor medida, dijeron que no utilizarán más el algodón que se produzca en esa región china.
H&M tuvo problemas con China por manifestarse a favor de los uigures y el trabajo forzado.
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