Estados Unidos está embarcado en una fuerte disputa comercial con China. El enfrentamiento es, en realidad, mucho más amplio y tiene que ver con tecnología, industrialización, negocios, tarifas y, básicamente, política. La geopolítica, para ser más precisos.

En esta “guerra” con el gigante asiático, que se inició a comienzos de siglo cuando China inició su fortalecimiento en el entorno mundial y que recrudeció con Donald Trump en el poder, Estados Unidos necesita aliados.

Tiene de su lado a otros poderosos, como Japón, Australia, Canadá y algunas otras potencias menores, pero necesita de Europa. Y aquí hay un verdadero problema: el dinero.

Así es, en 2020, China se convirtió en el principal socio comercial de la Unión Europea.

Ese lugar, que fue ocupado por Estados Unidos durante décadas, ahora pertenece a la nación que lidera Xi Jinping.

Las importaciones del bloque europeo desde China a lo largo de 2020 crecieron un 5,65 por ciento en la medición interanual para alcanzar los U$S 465 mil millones de dólares y las exportaciones subieron 2,25 por ciento, para superar los U$S 250 mil millones.

En paralelo, el comercio en artículos y servicios con los Estados Unidos registró un retroceso fuerte en ambos sentidos.

La información que había publicado China antes también confirma este fenómeno.

A mediados del mes de enero, China decía que su comercio con Europa aumentó 5,35 por ciento para alcanzar los 600 mil millones de euros en 2020.

Reino Unido también

Otro de los potenciales aliados de Estados Unidos contra China es el Reino Unido, hoy ya fuera de la UE a partir del Brexit.

Sin embargo, el país que lidera Boirs Johnson tampoco puede darse el lujo de pelearse con el gigante asiático.

Este miércoles 26 de mayo se conoció que China ha superado a Alemania para convertirse en el mercado de importaciones más grande del Reino Unido por primera vez desde que comenzaron a tomarse los registros.

En efecto, los bienes importados desde China se incrementaron en un 65 por ciento desde inicios de 2018 hasta los 24,5 mil millones de dólares en el primer trimestre de este año.

Al mismo tiempo, las importaciones desde Alemania hacia UK cayeron una cuarta parte en el mismo periodo.

El cambio se acentuó cuando la efectivización del Brexit interrumpió el normal comercio con la Unión Europea y la pandemia impulsó más aún la demanda de productos chinos.

Desde que se comenzaron a tomar registros en la UE en el año 1997, Alemania había sido siempre la mayor fuente de importaciones del Reino Unido, excepto durante un breve período de seis meses a finales de 2000, cuando Estados Unidos ocupó brevemente el primer lugar.

China, Estados Unidos y la guerra comercial

En este escenario, Estados Unidos no tiene nada fácil continuar con su estrategia de limitar el accionar de China en materia comercial.

Sin los países de Europa que lo apoyen de forma expresa, y con otras potencias, como Rusia, que jamás se expresarían en favor de decisiones de Joe Biden, el margen de maniobra se acota.

Uno de los puntos más importantes de disputa es el desembarco de la tecnología 5G en las redes de alta velocidad de los distintos países.

Desde el inicio del arribo de las nueva tecnología de infraestructura de telecomunicaciones, Estados Unidos ha hecho lo posible por impedir que Huawei siga liderando el mercado.

Para lograrlo, convenció a numerosos países de ponerle trabas al gigante chino, pero no lo está consiguiendo.