- La Unión Europea firmó un acuerdo para construir una red de satélites llamada Iris².
- Tiene un costo de 10,600 millones de euros y busca competir con Starlink de Elon Musk.
- Iris² es el tercer gran proyecto de infraestructura espacial de Europa, después de Galileo y Copérnico.
Con Iris², Europa puso en marcha su programa espacial más ambicioso de la última década.
Se trata de un contrato para construir una red de satélites valuada en 10,600 millones de euros (algo más de 11,000 millones de dólares que tiene el objetivo de competir con Starlink, de Elon Musk, en la provisión de conectividad de alta velocidad a gobiernos y ciudadanos europeos.
Iris² busca fortalecer el sector espacial europeo
La constelación multi-órbita Iris² es el tercer gran proyecto de infraestructura espacial de Europa después del sistema de navegación Galileo y Copernicus, la red de observación de la Tierra más grande del mundo.
El programa se anunció hace dos años con el doble propósito de proporcionar servicios de comunicación soberanos y seguros a los estados miembros de la UE, al tiempo que revitaliza el sector espacial del bloque con un proyecto de vanguardia.
Las negociaciones fueron largas y tensas, con desacuerdos sobre el costo y el riesgo y la forma en que se compartiría el desarrollo y la instalación.
Este lunes 16 de diciembre, finalmente, la Comisión Europea fijó el precio del programa en 10,600 millones de euros, con un 61% financiado con fondos públicos y el resto procedente del consorcio industrial SpaceRise, liderado por Eutelsat, Hispasat y SES.
Inicialmente, se calculó que el proyecto costaría unos 6,000 millones de euros.
“Iris² es fundamental”
Timo Pesonen, director general de defensa, industria y espacio de la comisión, destacó la importancia estratégica para Europa de contar con su propia red de comunicaciones espaciales.
La conectividad autónoma y segura era “fundamental” para la UE, afirmó. “Iris² apuntala nuestra autonomía estratégica y nuestra capacidad de defensa, promueve nuestra competitividad y dinamiza la cooperación entre los sectores público y privado”, amplió el funcionario.
SpaceRise, que incluye entre otras a las empresas europeas de espacio y comunicaciones Airbus, Deutsche Telekom, Telespazio y Thales, tendrá una concesión de 12 años para diseñar, construir y operar Iris². El proyecto pondrá 290 satélites en órbitas terrestres bajas y medias, con el objetivo de iniciar las operaciones a principios de 2030.
A new chapter in Europe’s space legacy!
The IRIS² concession contract is now officially signed.🖊️🛰️
As a mega-constellation of 290 satellites it will deliver
➡️secure,
➡️reliable, and
➡️high-speed connectivity servicesto governments, businesses, and citizens. 🇪🇺🌍 pic.twitter.com/cRR5iMIZwF
— 🇪🇺 DG DEFIS #StrongerTogether (@defis_eu) December 16, 2024
Una oportunidad para conectar con nuevos targets
La mayor parte de su capacidad se dedicará a un servicio de banda ancha comercial ofrecido por los operadores de satélites a empresas y hogares, publica este lunes 16 de diciembre el Financial Times.
Pero una parte importante se dedicará a servicios seguros que apoyen las aplicaciones gubernamentales, como la vigilancia y la gestión de crisis. Se trata de un mercado potencialmente enorme, con un alto valor para el público objetivo al que va dirigido.
Eutelsat, el operador francés de satélites, invertirá 2,000 millones de euros en el proyecto como el mayor inversor del sector privado.
El programa debería ofrecer una cartera de contratos para la industria espacial europea, que viene luchando hace tiempo para adaptarse a un cambio de los grandes satélites de comunicaciones en órbita geoestacionaria a unos 36.000 km sobre la Tierra a las mega-constelaciones de naves espaciales más pequeñas en órbita terrestre baja, la región del espacio hasta una altitud de 2.000 km.
Europa busca volver a liderar el mercado
Thales y Airbus, los dos mayores fabricantes de satélites de Europa, anunciaron en los últimos meses miles de recortes de puestos de trabajo para hacer frente a la disminución de sus negocios tradicionales en órbita geoestacionaria.
En su informe sobre la competitividad europea publicado en septiembre, el exprimer ministro italiano Mario Draghi constató que el servicio de banda ancha por satélite Starlink de Musk, con más de 6,000 naves espaciales que prestan servicios de comunicaciones a más de 100 países, estaba “perturbando a los operadores y fabricantes de telecomunicaciones europeos”.
Las ventas comerciales y de exportación del sector habían caído hasta niveles cercanos a los de 2009, y la UE iba ahora a la zaga “de Estados Unidos en propulsión de cohetes y mega-constelaciones para telecomunicaciones y receptores y aplicaciones por satélite, un mercado mucho mayor que los demás segmentos espaciales”, dijo Draghi.
Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea, dijo que el programa “impulsará la innovación en la industria espacial europea, aumentará la competitividad europea y creará nuevos puestos de trabajo”.
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