El Papa Francisco revelĂł este martes que recibiĂł una llamada telefĂłnica de una enojada Angela Merkel, canciller de Alemania, despuĂ©s de que el patriarca catĂłlico se refiriera a Europa como una “mujer estĂ©ril”. Esto ocurriĂł en noviembre de 2014, durante un discurso ante el Parlamento Europeo, en el que hablĂł de una Europa “demacrada” que ahora era “una abuela que ya no es fĂ©rtil ni vibrante”.
En una entrevista publicada el lunes por el diario Corriere della Sera, Francisco admitiĂł sin reparo alguno: “Ella (Merkel) estaba enojada porque comparĂ© a Europa con una mujer estĂ©ril, incapaz de producir hijos (…) Me preguntĂł si yo realmente pensaba que Europa no podĂa ya hacer niños. Le dije que sĂ que puede, y muchos, porque Europa tiene raĂces fuertes y profundas”.
Aunque no debe sorprendernos que la iglesia catĂłlica haga este tipo de penosas comparaciones (despuĂ©s de todo, la inferioridad de las mujeres frente a los hombres es uno de sus discursos histĂłricamente mĂĄs exitosos), su actual mĂĄximo representante se ha encargado de difundir mensajes ambiguos y contradictorios en lo que sĂłlo puede ser interpretado como una estrategia de marketing polĂtico para ganarse el beneplĂĄcito sus fieles, y con Ă©xito, pues de acuerdo con el Ășltimo Censo de la Iglesia, el nĂșmero de catĂłlicos en el mundo ascendiĂł en 2015 a mil 253 millones 926 mil, un crecimiento mundial del 0.09 por ciento en relaciĂłn con el año anterior.
El pasado 15 de abril de 2015, el Papa arremetiĂł contra el machismo declarando: “Pensemos en las mĂșltiples formas de machismo que consideran a la mujer de segunda clase”, y acto seguido, se dedicĂł a insistir en la defensa de las diferencias entre hombres y mujeres, dejando sin efecto sus palabras anteriores. A continuaciĂłn dijo:  “Me pregunto si la considerada ‘ideologĂa de gĂ©nero’ no se trata tambiĂ©n de una expresiĂłn de una frustraciĂłn y de resignaciĂłn que busca borrar la diferencia sexual porque ya no pueden hacer frente a ella. Corremos el riesgo de dar un paso atrĂĄs”.
Pese a que el actual es un Papa considerado por sus fieles como moderno, tuitero, a favor de la lucha contra el cambio climĂĄtico, que tomĂł un papel activo en la normalizaciĂłn de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y otros discursos que empatan con las expectativas de las nuevas generaciones, particularmente la Millennial, la equidad de gĂ©nero es una lĂnea roja que el pontĂfice no pisarĂĄ.
No sĂłlo es la equidad de gĂ©nero uno de los valores que los millennials mĂĄs atesoran, tambiĂ©n se trata de un objetivo establecido por las Naciones Unidas para alcanzar durante este siglo, como medida analizada y estudiada por la comunidad acadĂ©mica y cientĂfica para incrementar la calidad de vida de toda la humanidad.
Pero esto desde luego se antoja difĂcil de alcanzar cuando conocemos que uno de los hombres mĂĄs poderosos del mundo sigue pensando que es vĂĄlido denostar pĂșblicamente a un continente llamĂĄndole no sĂłlo mujer, sino el peor tipo de mujer, la que no se reproduce.