- En 2008, el euro llegó a valer 1,59 dólares. Los europeos viajaban a Estados Unidos de vacaciones y volvían con las maletas repletas de productos.
- La última vez que el euro cotizó 1 a 1 con el dólar fue en julio de 2003, un año después de haber comenzado a circular como moneda de curso legal.
- Los analistas aseguran que la paridad terminará por romperse y que el euro seguirá cayendo.
La moneda común de Europa retrocedió hasta su nivel más bajo este martes 12 de julio respecto de la divisa estadounidense: llegó a cotizar a un dólar, una paridad que no tenía desde 2003.
Las dos divisas habían estado a muy poco de alcanzar la paridad el lunes 11 de julio, cuando el euro cotizó a US$ 1,007, para luego repuntar unos pocos centésimos.
En lo que va del año, el euro cayó 15,5 por ciento en relación con la moneda del país que gobierna Joe Biden.
La paridad de este martes fue breve, ya que el euro recuperó algo de su valor, pero todos los analistas coinciden que será cuestión de días para que el dólar comience a valer más que la moneda común de los países de Europa.
Euro y dólar: paridad
Las causas de la debacle del euro son similares a las generales de la economía global. Es decir, los temores de los mercados a una recesión.
El problema es que se espera que en Europa esa recesión llegue antes, sea más profunda y dure más tiempo, dada la cercanía de la región al conflicto armado en Ucrania.
El problema entre Rusia y Ucrania, sumado al contexto de elevada inflación que dejó la salida de la pandemia, se han convertido en un caldo de cultivo perfecto para el derrumbe de la moneda europea.
Están muy lejos los tiempos de bonanza para el euro.
Antes de la llegada de la crisis de las hipotecas subprime, en octubre de 2008, el euro llegó a valer 1,59 dólares.
Esto hacía que millones de europeos vacacionaran en los Estados Unidos por el bajo precio relativo de la hotelería y los alimentos. De esos viajes, volvían con las maletas repletas de artículos electrónicos e indumentaria.
¿Por qué cae el euro frente al dólar?
La clave está en la guerra en Ucrania. La decisión de los gobernantes de los países europeos de apoyar a Ucrania cortando relaciones de los estados y de sus empresas con Rusia, no midió las consecuencias en la economía.
El continente europeo depende del gas ruso, y con la aproximación del invierno, la certidumbre de graves problemas energéticos se intensifican.
Importar gas desde Estados Unidos u otros países es una posibilidad para Europa, pero es mucho más costoso (varias veces más caro). Eso hará subir los precios de las tarifas y, en consecuencia, la inflación.
Los aumentos de precios ya están generando crisis en cada país. España, por ejemplo, ya roza el 10% de inflación interanual y el gobierno no sabe cómo llevar adelante los problemas.
Lo mismo pasa en Francia, Italia y el mismo Reino Unido, que pese a estar fuera de la zona euro, también padece el impacto de la crisis energética.
Qué va a pasar con el precio del euro
Según Kit Juckes, analista de monedas de Societe Generale, “la dependencia que tiene Europa de la energía de Rusia está bajando, pero no lo hace tan velozmente como para que pueda evitar una recesión si Putin cierra o reduce la provisión de gas. Si eso pasa, la paridad entre el euro y el dólar muy probablemente se rompa y el euro pierda otro 10% más”.
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