La privacidad es un derecho humano, y para las marcas, en ocasiones puede resultar un dolor de cabeza, ya que la delgada línea entre el uso ético y no ético de la información personal, puede ocasionar crisis de marca con grandes consecuencias.
Estados Unidos es un país que históricamente se ha proclamado en contra del terrorismo, y como parte de su batalla contra este mal, el gobierno ha solicitado a las empresas de Silicon Valley su ayuda para crear un algoritmo de detecciones de acciones terroristas, con el fin de poder prevenir y evitar ataques.
Empresas como Facebook, Google o Twitter han sido el principal foco de esta petición, debido a que poseen una gran cantidad de información sobre sus usuarios y sobre el comportamiento y preferencias de los mismos.
Según información presentada por The Guardian, esta reunión es parte de los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para luchar contra el terrorismo, sin embargo, no existe aún un plan claro y tangible de acción, ni se conoce el papel que las compañías de tecnología estarían dispuestas a ocupar en este proceso.
Sin duda la participación en este tipo de programas desataría polémicas que pasarían a sumarse a las ya existentes, con lo referente al trato que las empresas de tecnología dan a la información personal de sus usuarios.