Las estrategias lo son todo en el marketing. Puede haber un golpe de suerte alguna vez, eso es cierto; también es verdad que hay oportunidades únicas en las que sólo basta un poco de creatividad para lograr los mejores objetivos.
Sin embargo, sin estrategia, no hay marketing, no existe otro camino.
Algo de esto es lo que se puede advertir en el crecimiento de las grandes empresas relacionadas con la producción y venta de indumentaria y calzado. Es el fast fashion, la estrategia empresarial de producir en masa, a menor costo y con mayor ganancia. Ver “Dossier Fast Fashion Report: La nueva industria de la moda en México”.
El fast fashion se basa en recrear las tendencias presentadas en los llamados Fashion Week, elaborando prendas de manera rápida y a bajo costo. Estilo y precio accesible es la clave. Sus clientes son los que aman lo cambiante, lo nuevo, lo novedoso. Hoy, los llaman Millennials, hace unos años, simplemente jóvenes.
Uno de los grandes jugadores del fast fashion es, sin duda, Inditex, La compañía española fundada por Amancio Ortega que abarca marcas como Zara, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka, Oysho, Uterqüe, Lefties y Stradivarius.
La emrpesa, fabrica y vende indumentaria a lo largo del mundo. Tiene 7.475 tiendas distribuidas en los cinco continentes.
Hay otros grandes en la pelea por los consumidores: por ejemplo, la cadena sueca H&M y la estadounidense Forever 21.
Todas basan su estrategia en rotar rápidamente sus prendas. Crean la necesidad, fabrican las prendas, las venden y a los pocos meses las ofertan a precios de remate, para volver a crear la necesidad de nueva indumentaria.
Publicidad y marketing, vital
La estrategia se centra en un muy buen trabajo de marketing. No es fácil generar la necesidad en los potenciales consumidores, por lo que aquí es dónde juega un rol clave la promoción. En muchas ocasiones, a través de modelos, influencers y personalidades conocidas. Por ejemplo, mira esta publicidad de H&M con Winona Ryder y Elizabeth Olsen bailando:
Algunos comparan el fast fashion con el fast food, H&M sería como el McDonalds de la moda. Entras, compras y sales. Todo muy rápido. Y a los pocos meses, otra vez. Y así, en una rueda que no tiene fin. Calidad mediana (pero suficiente) y precios bajos.
La industria de la moda es un mercado en el mundo. Para este 2018, según Statista, se estima que alcanzará los 1.446 millones de dólares.