Diversas marcas se han enfrentado a las críticas de los consumidores por el uso de Photoshop en las modelos que protagonizan su publicidad, ya que indican que con ello promueven características imposibles de cumplir en la vida real.
Tal es el caso de Victoria’s Secret, y la polémica generada por el “raro” brazo de Martha Hunt el año pasado. Pese a la inconformidad en Instagram, la fotografía, en donde aparecen las modelos Martha Hunt y Stella Maxwell, no fue retirada del sitio.
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Así, combatir estas características que terminan por influenciar a las consumidoras a hacer de todo para lucir iguales a las modelos, se ha convertido en una causa que las marcas de moda están adoptando.
El primer ejemplo lo representa Target, que anunció el lanzamiento de su campaña #TargetSwim protagonizada por mujeres reales, con un común en su estrategia de contenido: reflejar confianza en la forma en que visten sus bikinis.
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También Asos se sumó a la tendencia, evitando photoshopear a sus modelos de trajes de baño y lencería, de las que son notorias sus estrías y celulitis, y quienes no necesariamente tienen sobrepeso, sino que muestran que las mujeres con cuerpos estilizados también presentan estas características en el mundo real.
Big shoutout to @ASOS for not photoshopping out birthmarks and stretch marks ❤️ pic.twitter.com/kYmZmAJqym
— Sophie Jenkinson (@adjfkld) 25 de junio de 2017
Ambas campañas generaron gran expectativa y engagement en redes sociales, por lo que si no se trata de una estrategia, debería serlo, pues da resultado.
Al punto de que Aerie (pionera en esta práctica), por ejemplo, no ha dejado de aumentar sus beneficios desde que empezó a prescindir del Photoshop, sus ventas aumentaron 21 por ciento el último año.