• El estudio de UENI sobre el estrés en pequeños emprendedores consideró las opiniones de cinco mil 94 empresas de México

• Otras causas de tensión para estos profesionales son la falta de financiación, el clima político y los trámites burocráticos

• Se espera que la organización, en los próximos días, libere un estudio sobre la percepción de este sector sobre la COVID-19

Prácticamente todo el mundo sufre de estrés, al menos ocasionalmente. Por supuesto, hay quienes tienen mayores niveles de tensión consistente, como aquellas personas quienes su trabajo literalmente significa preocuparse por el futuro de otra gente. También hay eventos, como la actual crisis sanitaria, que podrían contribuir a incrementar estos niveles. Pero entre los grupos que más sufren de este malestar, se encuentran los pequeños emprendedores.

Un estudio de UENI se dedicó a observar a la población de pequeños emprendedores dentro de México. En concreto, se dedicaron a ver qué tanto llegan a sufrir de estrés. De estos líderes de negocio, alrededor del 10.6 por ciento dijo que tenía niveles de tensión muy altos. Por otro lado, más de la mitad (52.4 por ciento) señalaron que sufren de este problema de una forma moderada. Poco más de una tercera parte dijo que no sufría por dicho desafío en lo absoluto.

En lo que respecta a las fuentes de estrés, también los pequeños emprendedores de México parecen tener diferentes cosas en la mente. Del 63 por ciento de este grupo que dijo sí tener este problema, cerca de la mitad señaló que la causa más frecuente es la falta de recursos económicos. Cerca de una cuarta parte apuntó que viven en un constante miedo de que su negocio cierre. Otros temores comunes son la violencia en el país y la falta de vida personal.

La cuestión del estrés en México

Dichas cifras no son del todo inesperadas. Y es que este problema físico/psicológico parece ser muy común entre los profesionales mexicanos. Contrario a lo que pensaban muchos, una buena parte del público se ha dado cuenta que el home office no libra del estrés. El consumo de ciertos contenidos, como música, suele ser muy alto en el país por este fenómeno. Incluso se ha tenido que pasar una ley laboral para reducir la incidencia del problema en las oficinas.

Notas relacionadas

• 5 pasos básicos para mantener las ventas de una PyMe en tiempos de crisis
• Sitio del día: Otra plataforma para ayudar a PyMEs durante la pandemia
• PYMES: Así afectará el coronavirus a las pequeñas y medianas empresas

Pero el que sea un problema tan común para los emprendedores de México representa un panorama muy complicado para la economía nacional. En todo caso, se puede ver de dos formas. Primero, que no hay suficientes facilidades para asegurar la subsistencia a largo plazo de estos negocios. Si constantemente hay un estrés a perder su negocio o no tener dinero suficiente para trabajar, tal vez es una señal de que faltan mejores incentivos a compañías.

También podría verse como un reflejo de toda la cultura profesional del país. Al contrario de muchas otras naciones, en México hasta es mal visto tener un buen balance entre la vida personal y la profesional. Es lógico que este fenómeno se replique y hasta se vuelva más fuerte en el circuito emprendedor. Cuando se tiene que balancear estas presiones con la dificultad añadida de crear una compañía de cero, el estrés es un fenómeno prácticamente inevitable.

Otras dificultades laborales

hay que aceptar que el estrés es solo uno de los tantos problemas laborales que hay en México. Se tienen que contar también fenómenos como el acoso, tristemente todavía muy común en muchas industrias. A eso se le deben sumar otros retos de salud que pueden hacer que la gente, literalmente, esté muriéndose en sus plazas. Por otro lado, está la alta rotación de los puestos, algo que afecta tanto a los empleados que se mueven como a las empresas.

Pero hay muchos otros problemas, algunos incluso más graves que el estrés, que se observan para el caso mexicano. De acuerdo con Expok, aún se pone mucho énfasis en la experiencia laboral, sin considerar la preparación académica. Lopez Dóriga por su parte asegura que se vive una situación de largas horas de trabajo, mucho más extensas que en otros países. Y según Deloitte, los jóvenes enfrentan escenarios cada vez más complejos de contratación.