Si bien es cierto que la vuelta a la “normalidad” es prácticamente un hecho, la realidad dicta que esta Navidad todavía va enmarcada por el estrés que provoca la nueva ola de contagios por Covid-19 y una nueva variante del virus.
Al día de hoy, de acuerdo con datos oficiales, en México ya suman 7.15 millones de casos positivos desde el inicio de la pandemia, en marzo del 2020, y se han contabilizado hasta 331 mil fallecimientos a causa de la enfermedad.
Esto viene a indicar que el fin de la pandemia, como tal, todavía no se ha dictado, aunque todo parece que, poco a poco, nos vamos despidiendo de la letalidad que enmarcó el 2020 y parte del 2021.
Hoy, cuando nos acercamos al final del 2022, la vuelta hacia la normalidad como la conocimos previo a la emergencia sanitaria mundial luce cada vez más cerca; no obstante, constantemente se hace un llamado a la población en general a seguir tomando sus debidas precauciones en tiempos de enfermedades respiratorias y, sobre todo, ante una inminente ola de contagios por Covid-19.
Y es que estos son tiempos de temporada navideña; tiempos en los que se acostumbra, como sucedía años atrás, a salir a las calles e ir de compras, pero con un elemento importante a considerar: el alza de precios provocado, en gran medida, por la inflación.
El estrés por la Navidad
Esta Navidad marcada por la inflación y, como lo mencionamos, una nueva ola de contagios, ha generado todo tipo de emociones en los consumidores, desde estrés y, quizás, ansiedad, hasta una gran preocupación, sin olvidar, por supuesto, ese dejo de felicidad que llega con la temporada navideña.
Un estudio realizado por Ipsos en 12 países da a conocer, de entrada, que el 85 por ciento de la población de los países analizados asegura sentirse con gran entusiasmo ante las celebraciones navideñas e incluso un tercio dice estarlo más que el año pasado.
Ahora bien, en contraparte, destaca el hecho de que esa emoción o excitación logra chocar con el nivel de estrés que siente la gente frente al actual contexto de la inflación. Para ponerlo en cifras más concretas, dicho estudio revela que nueve de cada diez encuestados dice sentirse estresado ante el impacto del aumento de los precios y el 55 por ciento lo está más que el año pasado.
Sin duda, el estrés formará parte de los hábitos de consumo en esta Navidad, pues, según lo que menciona Ipsos, la mitad de los encuestados prevé que el aumento en los precios habrá de tener un impacto muy significativo en sus compras de temporada, además de que el 40 por ciento afirma lo mismo para sus celebraciones.