1. Guerra defensiva
Aplica únicamente para empresas líderes, y tiene una premisa rectora: “El líder nunca ataca, solo defiende”. Líder es aquel que vende más que sus competidores, pero además es ampliamente reconocido como tal. Nunca veremos a Mc Donald’s atacar a Burger King, sino viceversa. En la política, un candidato con amplia ventaja sobre sus oponentes no debe atacarlos, sino defenderse de cualquier ataque.
Sin embargo, el líder puede y debe bloquear cualquier actividad de su competencia que considera como amenaza. Cuando Pepsico incorporó a Gatorade dentro de su portafolio Coca Cola lanzó Poweraid para evitar un daño mayor.