• Según SmallBizGenius, toma entre cinco y siete impresiones para recordar una marca

• Los colores adecuados ayudan a reforzar el branding en hasta 70 por ciento

• Casi la totalidad de los clientes quieren fidelizarse a una marca transparente

Uno de los elementos en los que más deberían de invertir las marcas es el branding. Según Branding Magazine, esta estrategia permite incrementar el reconocimiento de las empresas. De acuerdo con Entrepreneur, ayuda a fomentar confianza entre los consumidores y abrir nuevos posibles flujos de ingresos. Strategy además señala que es un valor crucial para diferenciarse de la competencia, transmitir el ADN del negocio y da un sentido de dirección.

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Pero en México, el branding puede ser un proceso más complejo de lo que de por sí ya es en todo el mundo. Algunas empresas tienen que enfrentarse a un difícil panorama económico que pone en riesgo sus ingresos. Otras compañías y organizaciones deben tomar en cuenta la influencia que agentes extranjeros pueden tener en sus operaciones. Además, como en otras partes del planeta, los consumidores locales están volviéndose cada vez más exigentes.

Así pues, trabajar en una estrategia de branding en México es complejo. Y es evidente que, conforme vaya pasando el tiempo, también irán surgiendo nuevos retos mientras que los problemas que hay hoy en el radar se van agudizando. En este sentido, las empresas deben perfilar sus métodos de la mejor manera posible desde tan temprano como les sea posible. MBLM, a través de un comunicado, compartió cinco consejos a las organizaciones del país:

Involucrar a todas las audiencias posibles al proceso de branding

Cualquier empresa que piense seriamente en su crecimiento a largo plazo sabe que, tarde o temprano, su negocio debe abarcar a cada vez más segmentos de la población. Así pues, una estrategia para formar una marca fuerte desde un principio es construir mensajes que tomen en cuenta esta posibilidad a futuro cuanto antes. En esta idea también se debe tomar en cuenta a los colaboradores, quienes ayudan a construir el negocio y su imagen en el día a día.

Tener un plan a largo plazo

Aquellas empresas que planean para el corto plazo es poco probable que puedan subsistir mucho tiempo. Lo anterior también aplica en el branding. Es crucial que las marcas estén dispuestas a planear sin depender de periodos como la administración federal en turno. Si una compañía empieza a establecerse y crecer como una fuerza que trasciende a otros poderes, no solo se hace una reputación sólida. Es más probable crear una empresa de largo aliento.

Reforzar el branding como un trabajo en equipo

Prácticamente todos los logros que pueda obtener una marca son fruto del esfuerzo de varias personas. Sin embargo, esto es especialmente cierto para la construcción de la reputación de las empresas. Es fundamental que los líderes estén conscientes que todos los individuos en una organización, desde la base hasta la punta de la pirámide, están juntos en el mismo viaje. Es necesario que cada uno de los colaboradores esté dispuesto a dar todo de sí para el futuro.

Apostar por la narrativa

No basta con tener un discurso infalible, un documento de valores y misión perfecto o un buen vocero para la marca. Un buen branding debe sustentarse de una infalible estrategia donde se priorice el storytelling. Y éste, a su vez, necesita ser acompañado por activaciones concretas, visibles, que refuercen y respalden la historia que se trata de transmitir. Esto ayudará a que la marca desarrolle una identidad diferenciada, no solo por nombre sino por hecho y por acción.

Branding a través de la responsabilidad

Tal vez se ha dicho en demasiadas ocasiones, pero no está de más reafirmarlo. No es posible que las marcas solo piensen en el beneficio económico. Es crucial que también apuesten por resolver las inquietudes y preocupaciones no-comerciales de su audiencia. La gente busca respaldar a aquellas marcas que sean un ejemplo a seguir en medio ambiente y apoyo a la comunidad. Por esto mismo, sabrán reconocer aquellas acciones auténticas y congruentes.