El crecimiento de Amazon en la gran mayoría de los mercados del mundo está socavando las bases del retail tradicional. Compañías como Walmart y Carrefour están obligadas a reinventar su modelo de negocios si es que no quieren sucumbir ante el exponencial progreso de la empresa de Jeff Bezos.
En eso está el gigante francés Carrefour: buceando en nuevas estrategias que le permitan captar el modelo de venta online, que es el que más crece.
Una de las tácticas es la apertura de más “puntos de retiro” de mercadería. Un sistema que le está dando muy buenos resultados en París y que ya ha comenzado a aplicar en otros mercados.
Se trata de la venta online de la totalidad de productos disponibles en cualquiera de sus puntos de venta tradicionales, pero, en lugar de llevarlos hasta el hogar del cliente, éste los retira desde un punto de entrega acordado, que no necesariamente tiene que ser un supermercado.
Según dio a conocer la marca, para fines de enero de este año, abrirá 31 nuevos puntos de retiro en París, con lo que su red territorial en esa ciudad gala se extenderá a 250, incluyendo los retail tradicionales de todos los tamaños.
La estrategia es parte del plan de su expansión que anunció hace un año Alexandre Bompard, el presidente de Carrefour, durante su plan de transformación 2022.
El primer punto de entre se abrió en Francia en abril de 2018 y con los que se abrirán a fines de enero de este año en París, más otros en Lyon,, la marca sumará casi 50 en todo el país.
La ventaja del sistema es que los clientes pueden elegir entre los 15.000 productos que se venden en cualquier supermercado y acordar el retiro en el punto más cercano a su domicilio (o en el que acuerden en el momento de encargar). La clave está en la estrategia de preparación de los pedidos, para poder almacenarlos y entregarlos de manera ágil.
En la Argentina, por ejemplo, ya hay retails de alimentos que aplican esta forma de venta, aunque aún en una versión “beta”.
En Argentina
Supermercados Mami, en Córdoba, por ejemplo, utiliza un sistema similar y desde su aplicación no ha parado de crecer.
Los clientes hacen los pedidos online y los retiran en una banda horaria acordada en un lugar especial del supermercado “físico”. Durante el día, empleados especialmente dedicados a la preparación de las compras por la web recorren las góndolas para completar los pedidos, como si fueran el propio cliente. Si un producto no se encuentra, por Whatsapp, se comunican con el cliente y le preguntan si quiere llevar otra marca o desistir del artículo.
Los productos frescos (carnes, lácteos) se almacenan en refrigeradores especiales, ya embolsados, esperando que el cliente llegue a retirar la compra en el punto de entrega y la banda horaria estipulada.
Todos en lo mismo
Carrefour no es el único que busca cómo recuperar terreno ante el avance de Amazon. Walmart llegó a un acuerdo el año pasado para tomar el control de Cornershop, la plataforma de ecommerce que permite realizar compras en supermercados, farmacias y otras tiendas.
La gigante estadounidense, ligada a la familia Walton, busca profundizar su estrategia para potenciar a nivel mundial sus ventas online, y de esta forma, intentar hacerle frente al frenético crecimiento que está experimentando la compañía de Jeff Bezos.