Un reciente informe de la empresa de subcontratación ManpowerGroup que el 40 por ciento de las empresas formales en México no encuentran candidatos con las competencias necesarias para ser contratados.
Según la Encuesta de Escasez de Talento 2016/2017, las principales razones por las que los empleadores no cubren las posiciones requeridas son: falta de experiencia, con 24 por ciento; mayores expectativas salariales, con 20 por ciento y falta de candidatos, con 19 por ciento.
Es decir, las compañías tienen dificultades para hallar al empleado ideal. Y es que existen errores que la mayoría comete en el mercado laboral, por lo que el trabajador que logra identificarlos y erradicarlos, es quien lleva ventaja, ¡conócelos!
Distraerse en otras actividades. Si bien la convivencia en la oficina es natural, el empleado ideal sabe que no debe pasar horas hablando con su familia, amigos o pareja, así como en redes sociales, sin un objetivo relacionado con la empresa, ya que esto es parte de un comportamiento que tarde o temprano un superior notará y que podría ser determinante en su evaluación.
Quejarse demasiado. Entre un empleado se queje más en la oficina tiene más posibilidades de que sus compañeros lo detecten como un elemento que contamina el ambiente laboral y su jefe escuche alguno de los inconvenientes en un contexto inadecuado que puede derivar en su despido. El trabajador ideal es proactivo, no reactivo.
Faltar constantemente. Es completamente normal que un elemento se enferme y falte por ello, especialmente cuando se trata de un padecimiento viral que puede contagiar a sus colegas, pero enfermarse constantemente ya es una señal de una persona descuidada con su persona y faltar demasiado lo hará quedar como irresponsable, además no sería redituable para las empresas.
Acaparar todo. El empleado ideal cumple con sus obligaciones y propone novedades con las que también culmina puntualmente; sin embargo, no acapara todo, ya que sabe que lidiar con más trabajo o hacer el de alguien más terminará en un punto que no podrá manejar.
Vestir extraño. Es verdad que la mayoría de las empresas permite un atuendo relajado a sus colaboradores, pero el empleado ideal no comete el error de usar ropa reveladora, rota o sucia, cuida su presentación porque nunca se sabe cuándo se pueda aplicar la frase “viste para el puesto que desees”.