• Se pueden replantear rutinas para lograr llevarlas por un camino más eficiente.

• Algunas áreas desaprovechadas podrían traer beneficios.

• Promover incentivos y reconocer logros, puede hacer una gran diferencia.

Todos comentemos errores, algunos son más graves que otros. Seguro hemos tenido más de una falta en algún trabajo y los encargados de reprendernos son los de recursos humanos. Sin embargo, ellos tampoco están exentos de realizar prácticas que no podrían ser tan adecuadas. Los errores comunes de recursos humanos tal vez no se pueden ver a simple vista. Algunos alteran el proceso en formas que sólo se aprecian después de un buen tiempo o bien, más que errores son áreas desaprovechadas que podrían traer beneficios.

Existen ciertas dinámicas que, si se hicieran de otra manera, podrían cambiar el panorama de una manera favorable. Es por eso que es bueno autocuestionarse y analizar las tareas de vez en cuando. Así no sólo se pueden encontrar las cosas que se hacen mal, sino que se pueden replantear las rutinas, para lograr llevarlas por un camino más eficiente. No es algo sencillo si tenemos bajo nuestra responsabilidad a otros seres humanos, por eso aquí te presentamos cinco errores comunes o puntos que podrías analizar desde recursos humanos para mejorar el rendimiento de todos.

Una mala bienvenida

Algunos le llaman “onboarding” al proceso de llegada de un nuevo empleado, por medio del cual comienza a adaptarse, a conocer este nuevo entorno. La primera impresión importa y puede ser determinante en el futuro, así que se tiene que brindar toda la información, herramientas y demás necesidades para cumplir con las expectativas y alentar el proceso del empleado.

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Poca claridad en las ofertas

Si te pasa seguido que un candidato llega a la entrevista de trabajo y no cumple con lo que buscabas, tal vez el problema no sea de los demás. Es un error común no dar suficiente información o no ser lo suficientemente claros, cuando se publica una vacante. Es importante conocer el puesto e informar los requerimientos con cuidado, para crear un buen filtro, eficientar tiempos y apuntar al blanco.

No ofrecer mejora

Los empleados requieren de la empresa y la empresa requiere de ellos. La preparación de los primeros es un incentivo en el que vale la pena invertir, puesto que no sólo los ayuda a crecer profesionalmente, sino que, por consecuencia, ayudan a hacer crecer el sitio donde laboran. No motivar el crecimiento ni fomentar las nuevas ideas, sería una oportunidad desperdiciada.

Falta de reconocimiento

Promover incentivos quizá no sea una tarea que muchas empresas implementen, pero puede hacer la diferencia. A los empleados les gusta sentirse valorados, pues, de lo contrario, se pueden percibir como simples máquinas que cumplen una función. Reconocer los logros, ayuda a mantener la motivación encendida y a fijar nuevas metas y retos a futuro.

No cuidar documentos

Los candidatos a un trabajo brindan información muy personal a los reclutadores y estos documentos no se deben tomar a la ligera. Aunque suene obvio, los encargados de recursos humanos no deben dejar la papelería de los empleados en cualquier lugar. Se debe procurar que esta información se mantenga lo más discreta posible y que nadie, que no tenga por qué hacerlo, la lea.