El consumidor actual demanda cada vez más acciones innovadoras y comprometidas con la sociedad y el medio ambiente al momento de adquirir un producto, de ahí que las empresas están cambiando la estructura en su modelo de negocios.

Como parte de la atmósfera de los cambios sociales, el consumidor modifica sus necesidades y transforma sus deseos, sobre lo que quiere, cómo lo quiere y qué marca refleja mayor compromiso con el perfil de sus clientes, la situación actual del país y el medio ambiente.

Al respecto, según cifras de una encuesta realizada por Nielsen, el 62% de los consumidores prefieren productos de empresas responsables, es decir, que estén elaborados con conciencia social y sean amigables con el medio ambiente, en un entorno donde el 71% de las personas son conscientes de las marcas responsables.

El valor positivo va creciendo conforme la percepción externa de clientes e inversionistas, que mediante las acciones diarias de las compañías reciben mensajes codificados de acuerdo al sector, la intención e información, además la evaluación se otorga de acuerdo al impacto económico que represente en el país, la opinión del capital humano en tanto al desarrollo personal y profesional de los colaboradores, sus acciones a favor del medio ambiente, el compromiso con la sociedad y la capacidad de cambiar junto con los estilos de vida y necesidades del consumidor.

En este sentido, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) con más de 90 años de presencia en México, está conformada por ocho grupos embotelladores y Jugos Del Valle-Santa Clara, empresas orgullosamente mexicanas, ubicadas de forma estratégica de norte a sur en la República con el objetivo de propiciar el desarrollo integral de todas las comunidades.

De acuerdo con su informe anual Comprometidos Contigo 2017, la IMCC es uno de los principales empleadores del país con una plantilla superior a los 97 mil colaboradores directos y más de un millón indirectos, a quienes brinda constante crecimiento y preparación a través de las actividades del Centro de Soluciones Coca-Cola (CEDESKO) que por más de dos décadas ha desarrollado programas de capacitación continua y durante 2017 impartió más de 1.4 millones de horas en cursos y talleres para 115 mil persona. En tanto, su valor económico es equivalente al 1.4 por ciento del PIB nacional como resultado de sus 67 plantas embotelladoras, 363 centros de distribución y 13 mil rutas de reparto para atender a más de 1.3 millones de clientes.

Por otro lado, la Industria Mexicana de Coca-Cola en sus acciones a favor del medio ambiente, trabaja por lograr un “Mundo sin residuos” la meta global de la compañía que tiene como objetivo recolectar y reciclar el equivalente al 100 por ciento de todos sus envases vendidos para 2030. Es por eso que este año, lanzó Ciel botella azul, un envase hecho 100 por ciento de otras botellas por lo que es completamente reciclado y reciclable alineándose a la filosofía de Economía Circular para diseñar envases que regresen nuevamente a ser botellas.

Sobre esa misma línea se encuentra General Motors (GM) México, con 82 años de operaciones en nuestro país y una plantilla de más de 19 mil colaboradores. Cuenta con instalaciones de manufactura en el Estado de México, Guanajuato, Coahuila y San Luis Potosí que en conjunto contribuyen a la meta global para reducir el 10% de la intensidad energética en un lapso de cinco años.

Según datos de su informe Responsabilidad Social 2017, GM gestiona su desempeño con base en tres pilares: Cuidado del medio ambiente, donde todas sus localidades protegen la biodiversidad en 150 mil m2 de espacios dentro de sus instalaciones, el reciclaje y reutilización de 200 toneladas de residuos no peligrosos y la plantación de 9 mil 900 árboles. El segundo es el Fomento a la educación de calidad, con más de 500 alumnos en programas de becarios y conferencias para la atracción de talento en más de 16 universidades, sumado a la creación de concursos y programas en robótica, diseño e ingeniería de la industria automotriz respectivamente.

Y finalmente Apoyo a la comunidad que de la mano del programa Voluntariado Corporativo, integrado por casi 2,000 personas y que en 2017 registró 8,200 horas de labor social. Además, GM México destinó dos millones de pesos a programas de apoyo para infraestructura, nutrición y educación.

Con el inicio de un año nuevo las empresas deben presentar y aplicar las nuevas estrategias para incrementar el valor de marca, definido como el conjunto de características y cualidades que va adquiriendo un producto a lo largo de su vida y que se identifican por el nivel de compromiso con el bienestar de la sociedad y el impacto a favor del medio ambiente.