- Los empleados en Australia pueden ignorar correos y llamadas fuera de su horario laboral sin penalizaciones.
- La ley, conocida como “derecho a desconectarse”, busca proteger el tiempo personal de los trabajadores, especialmente tras el aumento de la disponibilidad laboral durante la pandemia.
- La ley permite contacto en emergencias o trabajos con horarios atípicos, pero los empleados pueden negarse a responder si lo consideran razonable.
El panorama laboral en Australia sufrirá un importante cambio que redefine la línea entre la vida personal y profesional.
Desde este lunes 26 de agosto, los empleados en ese país tienen la potestad de desatender correos electrónicos y llamadas de sus empleadores fuera de su jornada laboral, sin temor a ser penalizados.
La nueva legislación, conocida como el “derecho a desconectarse“, busca limitar la intromisión del trabajo en el tiempo personal, un problema que se acentuó en la era digital y, especialmente, durante la pandemia.
Antes, al final de un día de trabajo, los empleados podían regresar a casa sin preocuparse por el contacto laboral hasta la siguiente jornada. Sin embargo, en la actualidad, es común recibir correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas fuera del horario laboral, incluso durante vacaciones.
Según una encuesta realizada por el Australia Institute en 2023, los australianos trabajaron en promedio 281 horas extra no remuneradas.
El valor monetario de esta labor se estimó en 130,000 millones de dólares australianos (alrededor de 88,000 millones de dólares).
Esta situación ilustra el impacto de la tecnología en la disponibilidad constante de los empleados, un problema que la nueva ley en Australia busca mitigar.
Right To Disconnect Law pic.twitter.com/TfHJxxCbpC
— RVCJ Media (@RVCJ_FB) August 25, 2024
Empleados desconectados: antecedentes
Australia se une así a un grupo de aproximadamente dos docenas de países, principalmente en Europa y América Latina, que ya cuentan con normativas similares.
Francia, por ejemplo, fue pionera en la implementación de estas reglas. Las introdujo en 2017. Un año después, el país multó a la empresa Rentokil Initial con 60,000 euros (66,700 dólares) por exigir a un empleado que mantuviera su teléfono encendido en todo momento.
Excepciones y consideraciones
No obstante, la ley contempla ciertas excepciones para situaciones de emergencia o trabajos con horarios atípicos.
Los empleadores aún pueden contactar a sus empleados en estos casos, pero estos tienen el derecho de no responder si consideran que la negativa es razonable.
La Fair Work Commission (FWC), organismo regulador de Australia, será la encargada de determinar si una negativa es justificada, teniendo en cuenta factores como el rol del empleado, sus circunstancias personales y el motivo del contacto.
La FWC tiene el poder de emitir órdenes de cese y desistimiento y, en caso de incumplimiento, imponer multas que pueden alcanzar los 19,000 dólares australianos para un individuo o hasta 94,000 dólares australianos para una empresa.
Empleados buscan combatir la mala planificación de los jefes
Por su parte, el Australian Industry Group, que representa a los empleadores, expresó preocupaciones sobre la aplicación de la ley, argumentando que la ambigüedad podría generar confusión tanto para empleadores como para trabajadores.
El grupo advirtió que la nueva normativa podría reducir la flexibilidad laboral y, como consecuencia, ralentizar la economía.
Desde el Consejo Australiano de Sindicatos, por su parte, defienden la ley diciendo que la cláusula de excepción no interferirá con solicitudes razonables, sino que evitará que los empleados paguen el precio de una mala planificación por parte de la gerencia.
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