Uno de los episodios más emblemáticos de la televisión que ha logrado mantenerse en el imaginario social, el equivocación del conductor Pedro Sola al hacer una mención publicitaria y referirse a McCormick en lugar del anunciante Hellmann’s.
Este episodio convirtiĂł al conductor del programa de Azteca en un personaje muy reconocido entre los usuario de redes sociales; sin embargo, esta equivocaciĂłn que se transformĂł en un hito para mejorar sus Ăndices de popularidad, tambiĂ©n representĂł pĂ©rdidas para Sola, para Hellmann’s y ganancias para McCormick.
Durante una entrevista realizada en el programa Saga Live, conducido por Adela Micha, el incidente fue retomado y el conductor de espectáculo reveló cuánto le costó el error. Según lo dicho por Sola en dicha plática, el canal iba a recibir 300 mil pesos por dicha mención; no obstante, esta ganancia para el entonces canal 13 desapareció, al tiempo que Pedro Sola tuvo que desembolsar 75 mil pesos para remendar el error.
Las cifras anteriores nos dan una idea de lo que una equivocaciĂłn de un embajador o vocero de marca puede representar tanto para el negocio del medio que se utiliza para difundir el contenido como para el anunciante en cuestiĂłn.
Las cifras también determinan el beneficio que pudo recibir -y que aún sigue capitalizando- McCormik, marca que se vio beneficiada por el error.
Lo cierto es que este caso demuestra la importancia que tiene elegir con cautela y detalle a los voceros que darán voz a la marca. Entender con precisión las diferencias entre una persona influyente, un embajador de marca y un simple vocero será vital para evitar que una mención se convierta en un esfuerzo en contra de la marca propia.
En principio es importante reconocer que mientras que el 18 por ciento de la gente confĂa en las personas influyentes (influencers), mientras que el 92 por ciento afirman que confĂa en los embajadores de marca, segĂşn Forrester.
9 de cada 10 encuestados estarĂan dispuestos a hacer algo para premiar a una marca por su autenticidad
En tiempos como los que vive la relaciĂłn entre marcas y consumidores, definir por que tipo de vocero apostará la marca es vital. Ahora la autenticidad es punto primario de partida. El consumidor exige que sus marcas y sus representantes sean autĂ©nticos; si el discurso no expresa esta cualidad no sĂłlo se registrarán pĂ©rdidas econĂłmicas, la reptaciĂłn del producto podrĂa ponerse en duda.
De acuerdo con el estudio Authentic100 firmado por Cohn & Wolfe, la autenticidad está más relacionada con la alta calidad (66 por ciento) y el cumplir las promesas (70 por ciento) más que con la responsabilidad social (57 por ciento) o la medioambiental (55 por ciento).
Más allá de la icónica equivocación de Pedro Sola, lo cierto es que las empresas deben de ser más estrategias en la manera en la que eligen a sus representantes de marca. En tiempos actuales, este aspecto es crucial toda vez que son estos personajes los que pueden hacer crecer o derrumbar la imagen de cualquier firma al darles voz y rostro.