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Qatar 2022 se plantea como el mundial más caro de la historia, con una inversión de hasta 220 mil millones de dólares.
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Hasta el momento, generado ingresos de hasta 5 mil 518 millones de euros, varios meses antes de que arranque el partidio inicial.
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Para el Mundial de Fútbol de 2026 se prevé una derrama económica de 500 millones de dólares (más de 10 mil millones de pesos).
Para el 2026, como ya es del dominio público, México volverá a ser sede del Mundial de Fútbol, siendo esta la tercera ocasión en la que el país alberga uno de los eventos deportivos de mayor relevancia en todo el mundo.
En poco menos de un mes, Qatar será el foco mediático y, por supuesto, de las redes sociales, cuando el próximo 20 de noviembre, en un aniversario más de la Revolución Mexicana, se lleve a cabo el juego inicial del Mundial de Fútbol, el último que se jugará con el esquema de 32 selecciones.
Hablamos de un país que cuenta con una población de dos millones 930 mil 524 personas; sin embargo, información del Comité Supremo de Qatar revela que, para la Copa del Mundo de la FIFA, se espera la asistencia de 1.3 millones de fanático del fútbol, es decir, aproximadamente a la mitad de la población actual del país de Medio Oriente.
Por otro lado, de acuerdo con lo que da a conocer Front Office Sports, Qatar 2022 se plantea como el mundial más caro de la historia, con una inversión de hasta 220 mil millones de dólares, entre la creación de estadios y otras infraestructuras.
¿Cuánto invertirá México para ser sede del Mundial 2026?
Sin duda, más allá de las cifras que, en efecto, lucen escándalosas en comparación con ediciones anteriores, el mundial de este 2022 parece ser el puntapié para los próximos años en cuanto a inversión, esquema de juego, entre otros temas importantes.
Una vez terminada la justa deportiva, todo está listo para que México, Estados Unidos y Canadá pongan en marcha su plan de inversión de cara al mundial del año 2026, pero ¿cuánto tendrá que gastar nuestro país para ser sede de un evento de tal magnitud?
Si bien es cierto que México ya ha sido el anfitrión de la antes llamada “Copa Jules Rimet” en 1970 y 1986, el 2026 parece que traerá consigo una de las mayores inversiones del país.
Y es que, de acuerdo con Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), tan sólo para la remodelación del Estadio Azteca, ubicado en la Ciudad de México, se tiene prevista una inversión de 150 millones de dólares, que es, según lo declarado por de Luisa, la inversión “más fuerte” que hará México y que dará inicio en 2023.
De igual forma, se habla de que, en cuanto a derrama económica, la Copa del Mundo generará ingreso de 500 millones de dólares (más de 10 mil millones de pesos), entre la renta de los estadios aprobados, gastos de hospedaje y, por supuesto, el consumo de los espectadores esperados.
Cabe destacar que dicha cifra, de acuerdo con las estimaciones que publicó Boston Consulting Group, son hasta un 28 por ciento menos de lo que impactó económicamente el Gran Premio de México en 2021.
De momento, no se ha hablado de cuánto, exactamente, se invertirá en México para la realización del mundial, puesto que, por ahora, todavía estamos expectantes ante lo que ocurrirá en Qatar; no obstante, el costo total de los 16 recintos elegidos para el mundial del 2026 es de de 14 mil 789 millones de dólares e, incluso, Estados Unidos cuenta con el estadio más caro del mundo, el Sofi Stadium ubicado en la ciudad de Los Ángeles, y que ostenta un valor de cinco mil millones de dólares.
Asimismo, estimaciones de Sport Business destacan que, en total, el costo del mundial del 2026 sería de entre 15 mil y 20 mil millones de dólares, de los cuales México habrá de invertir unos 6,600 millones bajo concepto de remodelación de estadios, inversión en seguridad, servicios de comunicación, marketing, tecnología, logística, etcétera.
Sin duda, se trata de una inversión fuerte y clave no sólo en el contexto deportivo, sino en lo social, económico y hasta político.
Uno de los casos más sonados es el de Grecia que, en 2004, organizó los Juegos Olímpicos y generó una inversión de hasta nueve mil millones de euros; sin embargo, para el 2009, se sumergió en una crisis económica bastante seria.
