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Sólo el 46 por ciento de la publicidad cumplen con una fórmula integración y personalización.
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Bajo este contexto nació la noche de las Publivíboras, que consiste en una ceremonia donde se visibilizan campañas que el público ha postulado para recibir un antipremio.
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Cerca del 36 por ciento considera que la publicidad actual es más confusa, razón por la cual no logran identificarse con el contenido.
En la industria publicitaria hay varios factores que influyen en el éxito o fracaso de una campaña, todos los elementos que tocan el producto o servicio en la organización se vuelven corresponsables.
En México, sólo 46 por ciento de las campañas publicitarias cumplen con una fórmula integración y personalización, de acuerdo con un informe de Kantar Millward Brown.
Bajo este contexto nació la noche de las Publivíboras, que consiste en una ceremonia donde se visibilizan campañas que el público ha postulado para recibir un antipremio debido a sus contenidos discriminatorios, pero también se reconoce a la publicidad cuyos mensajes son libres de estereotipos y prejuicios, y que promueven los derechos y la igualdad de las personas.
La figura de los antipremios y los antimonumentos se ha vuelto una tendencia creciente en México, los cuales tratan de transmitir un mensaje: “algo no está bien en el país y hay que señalarlo”.
“Al principio tuvimos claro que no podíamos ser sólo una antipremiación regañona. Lo que queríamos lograr era generar una conciencia en las marcas y en las agencias de que las personas no están de acuerdo en cómo están transmitiendo un mensaje”, indicó en entrevista con Merca 2.0, Ana Laura Ramírez, fundadora de Las Reinas Chulas Cabaret y Derechos Humanos A.C., organizadoras del evento.
Cerca del 36 por ciento considera que la publicidad actual es más confusa, razón por la cual no logran identificarse con el contenido.
“El mensaje es claro y tratamos de decirles a los responsables de la publicidad que sus contenidos son machistas, misóginos, discriminadores. Al principio, nos costó mucho trabajo porque a ninguna persona de la industria le gusta escuchar que su campaña aborda los temas de una manera equivocada”, agregó.
Para la Noche de las Publivíboras estas fueron las peores piezas publicitarias del año:
Categoría: “Ni aprendemos ni jugamos”
Marcas: Hasbro, EGO y Vicky Form
Categoría: “¿Quién crees que lava la ropa?”
Marca: Ariel
Campaña: Evita el drama
Categoría: “Cinco minutos de fama”
Marca: Cerveza Victoria
Campaña: #LadyPrieta
Marca: Hershey’s
Campaña: “Hacer el bien sabe bien”
Qué pedo con la campaña clasista y racista de Hersheys en ig, en la que morras güeras le dan chocolates a morenos. ??♀️??♀️??♀️ pic.twitter.com/gVWKMiCHoF
— Melissa Amezcua (@chinampa) 12 de agosto de 2018
Marca: Carrefour Argentina
Campaña: “C de campeón y C de cocinera”
La gente de @carrefourarg atrasa. Para ellos los chicos son campeones y las chicas cocineras. pic.twitter.com/iqT1ccyMQW
— JORGE RIAL (@rialjorge) 31 de julio de 2018
En otras categorías como “En todas partes se cuecen habas”, ganó Falabella; en “No me ayudes comadre”, reinó KFC, y en “Trayectoria”, se coronó Tecate.
De acuerdo con el estudio “AdReaction: El arte de la integración, expuso que en México” y Latinoamérica, la relación mercadólogo y consumidor toma un diferente punto de vista en torno a la efectividad de las campañas.
Las principales causas por las que no funcionan las estrategias de publicidad son:
- No satisfacer realmente una necesidad
- El producto no se percibe como algo distinto
- Sobreestimación de la demanda
- Mal diseño de la estrategia (mix marketing)
- Falta de experiencia o conocimiento del sector del mercado
“El objetivo de este antipremio no es juzgar por juzgar, o señalar por señalar. Queremos que haya una conexión entre lo que el consumidor está percibiendo en la publicidad, y que las marcas y las agencias de publicidad escuchen al consumidor“, indicó Ana Laura Ramírez.
Todos y cada uno de los factores de marketing, entre ellos la publicidad, trabajan conjunta o individualmente para persuadir a los consumidores de que el producto o servicio satisface sus necesidades por medio de estímulos dirigidos a través de los mensajes publicitarios encargándose de regular la imagen total del producto y disminuir las causas de fracaso.
Hay que hacer hincapié que la tasa de fracasos es muy alta uno de cada tres lanzamientos fracasa; pero se puede minimizar el fracaso haciendo una buena planeación, realizando mercados de prueba, comprendiendo las necesidades del consumidor, seguir las tendencias del mercado, definir de forma clara el concepto del producto.