Transacciones no autorizadas, adquisición de cuentas y fraude amistoso son los principales tipos de estafa que amenazan a las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) en la actualidad, aseguró el director de Marketing de Vesta Corporation, Tom Byrnes.
De acuerdo con el documento “Transacciones no autorizadas, un tipo de fraude cada vez más común” escrito por el directivo, la mayor frecuencia del delito en medios de pago electrónico a consumidores y empresas resulta de la migración financiera a entornos más digitales.
Así como el amplio uso de las tarjetas de crédito y débito y la sofisticación de los estafadores a través del desarrollo de nuevas herramientas y procesos para explotar los canales del e-commerce.
Refirió que de acuerdo con el estudio “Explorando el impacto financiero del fraude del mundo digital” realizado en 2017, está actividad ilícita le cuesta a los comerciantes el 8 por ciento de sus ingresos anuales con un promedio de más de un millón de pesos en pérdidas.
Las transacciones no autorizadas son posibles por vía del uso de tarjetas robadas o credenciales de pago que permiten a los estafadores pasar por los clientes legítimos para comprar mercancías, explicó.
Agregó que en consumidores, los ataques cibernéticos han llegado a relevantes proporciones afectando al 70 por ciento, por medio del robo de datos.
Detalló que parte de la crisis por transacciones no autorizadas responde a la brecha de seguridad en línea y malware que proporciona mayor acceso a números de tarjetas y otros datos de pago, mientras que los ciberdelincuentes aprovechan nuevas tecnologías como la red VPN( Virtual Private Network) y otras máquinas virtuales para ocultar ubicaciones y dispositivos antes de cometer fraude electrónico.
Asimismo, aquellos que han desistido de migrar a la tecnología de tarjetas con chip también están expuestos a tener una mayor incidencia en consecuencia de la vulnerabilidad de clonar bandas magnéticas obtenidas de los plásticos bancarios en puntos de comercio.
En cuanto al fraude electrónico apuntó es más común en servicios de transferencias de dinero, tarjetas de regalo, boletos para eventos y viajes, y en la adquisición de bienes físicos de alto costo.
Para evitar ser víctima de la ciberdelincuencia, destacó que los empresarios deben respaldarse con medidas de mitigación y prevención de fraude efectivas como herramientas de autenticación, administración contra fraudes invisibles, e invertir en capacitación integral y continua al personal, así como subcontratar algunas o todas las soluciones antifraude existentes.