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La actividad económica ha obligado a las empresas a olvidarse de las medidas recomendadas para evitar el contagio por COVID-19.
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El home office se ha convertido en una alternativa, sin embargo, sigue sin ser una norma para las marcas dentro de este segmento.
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Un elemento que no podemos perder de vista hoy en día es la oportunidad que las marcas han encontrado en el consumo.
La ley seca se ha activado en medio de esta contingencia en la que nos encontramos y la capital del país busca reforzar con ello los protocolos de reducción de contagios que se han propagado en gran medida, por la realización de eventos sociales y una pésima reacción del promedio de habitantes en esta entidad, ante la contingencia.
La CDMX anunció este viernes el decreto oficial por el cual se instaura la ley seca en 8 alcaldías de la capital:
Iztacalco
Iztapalapa
Magdalena Contreras
Miguel Hidalgo
Tláhuac
Tlalpan
Xohimilco
La restricción en la venta de bebidas alcohólicas tiene como regla que del viernes 20 al domingo 22 de noviembre se permitirá su comercialización en restaurantes, solo junto a alimentos, excluyendo a las botanas.
Después de las 7 de la noche queda totalmente prohibida la venta de alcohol y todo esto se debe al incremento de reuniones y encuentros sociales, que se han venido dando durante el semáforo naranja, mismo en el que se han incrementado los casos positivos y los ingresos a hospital por dicho patógeno.
Contingencia, tema difícil de abordar a pesar de los retos que se han cumplido, como la digitalización de los esfuerzos por controlar la contingencia, un tema que sigue siendo relevante es el comportamiento del consumidor en esta situación y un hecho de gran relevancia es su resistencia a adoptar las medidas recomendadas para controlar este fenómeno.
La contingencia sigue siendo un tema difícil de comprender y lo que es aún más desafiante, es un reto que las marcas aún no terminan de comprender, sobre todo por la limitada capacidad de los gobiernos.
Retos ante la pandemia
Entre los retos que la Ciudad de México tiene ante la contingencia, por ejemplo, es que tiene hospitalizada por C0VID-I9, a habitantes del estado de México, quienes suman el 25 por ciento del total de camas ocupadas, es decir, la pésima gestión de la pandemia en dicha entidad está restando camas a los habitantes de la capital del país, en un hecho que no ha podido ser regulado ni por autoridades de salud federales ni por autoridades de salud locales.
Esta irregularidad llevó en su momento a que entidades como Querétaro reportaran cifras falsas de sobrecupo, para evitar que el Edomex les enviara pacientes.
Ante esta situación, se ha vuelto crítica la administración hospitalaria y en este sentido se ha convertido en una prioridad para el consumidor, entender cuál es su contexto y en esta medida, asumir la responsabilidad para enfrentar eventualidades como las limitantes que hay para atenderlo, ante una pésima gestión administrativa.
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