En la actualidad, cerca del 70 por ciento de los ejecutivos de Tecnologías de la Información (TI) planean migrar sus datos a la nube, y existe preocupación por el desarrollo de los equipos para preparar el negocio.
Commvault detalló en un informe que otro punto en este escenario es el presupuesto de tiraje, que probablemente variará para contemplar opciones de almacenamiento en la nube.
Para 2018 las empresas de nube, infraestructura y especializadas en datos y análisis, serán consolidadas; por eso, para permanecer relevantes, los proveedores procurarán adaptarse a un mundo cada vez más híbrido al adquirir nuevos negocios.
Asimismo, la inteligencia artificial se incorporará en productos de tecnología; con la adopción de la nube habrá un impacto en el trabajo que apoya los fundamentos de la industria, el formato cambiará y se verá el impacto en los proveedores que se diferencien creando inteligencia (y servicios de datos) en sus productos.
Con el fenómeno de la pérdida de datos, en especial por las nuevas regulaciones que entran en vigor en este año, el arma de malware y ransomware alcanzará su ápice; los ataques de malware patrocinados por los Estados aumentarán y serán más sofisticados a medida que los esfuerzos de guerra cibernética se vuelvan una táctica usual.
El estilo y magnitud de esos ataques contra objetivos gubernamentales y civiles impulsarán un interés renovado en la recuperación rápida, mejor gestión y más automatizada de parches de sistema y un rápido desarrollo y esfuerzos de soberanía de datos más restrictivos.
En tanto, la capacidad de presentar los datos en un formato diferente será estratégica, a medida que se observa una variedad de hipervisores utilizada para fines específicos aumentados, el número de grandes plataformas de datos consolidadas y la estandarización en solo algunos proveedores de nube, ocasionará un movimiento de datos dentro de las organizaciones.
La transformarción de los datos en todas esas tecnologías proporcionará ventajas competitivas para aquellos preparados para esas necesidades; la escasez de profesionales especializados impulsará la inversión interna de las empresas para la capacitación de sus propios directivos.
Toda vez que este proceso lleva tiempo para desarrollar esas habilidades, los terceros y sus recursos calificados serán integrados a corto plazo.