Nada como la polémica para que se fijen en un anuncio. Aunque no siempre el mensaje que se busque comunicar llegue a buen puerto. Esto es lo que parece haber sucedido con la campaña para fomentar el uso del casco entre los ciclistas cuyo eslogan es “Parece una mierda, pero me salva la vida”. Y no es precisamente el claim, lo que ha indignado a los alemanes.
Se trata de una campaña provocadora, cuyo coste ha rondado los 400.000 euros, destinada a los jóvenes de entre 17 y 30 años que utilizan la bicicleta… el detalle está en que para pedir a los ciclistas que utilicen el casco, las imágenes escogidas han sido de modelos –hombre y mujeres– en ropa interior posando de forma más que sugerente.
Además de las imágenes, se suma el eslogan en inglés “Look like shit. But saves my Life” –especialmente destinada a ese joven target– y su masiva presencia en todos los medios posibles, para que no pase desapercibida, con lo que la logrado gran notoriedad aunque no por las razones correctas, según la reacción del público.
Llueven las críticas
En apenas pocas horas, tras su lanzamiento este pasado martes, las críticas no han parado, con acusaciones que llueven desde el propio gobierno, –como la ministra de la familia–, organizaciones – como el Grupo de Trabajo de Mujeres Socialdemócratas–, partidos políticos y ciudadanos. Le tachan de sexista, además de considerar de mal gusto el promocionar medidas de seguridad con imágenes de semidesnudos.
Sin embargo al ministro de Transportes alemán, Andreas Scheuer, promotor de la campaña, parecen no importarle los señalamientos pues su objetivo es aumentar el número de ciclistas que usen casco. Las estadísticas oficiales lo dejan claro, apenas un 8 por ciento de los jóvenes de entre 17 y 30 años lo utiliza.
De allí su intención de llamar la atención de este grupo, aunque para muchos no quede claro si lo único que les ha quedado grabado a los jóvenes ciclistas son las sensuales imágenes y no necesariamente el mensaje.