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Ofrecer una experiencia de marca se ha convertido en uno de los retos más fuertes con que las marcas han tenido que hacer frente a las necesidades del mercado.
Las marcas cuentan con una serie de valores que las ayuda a desempeñarse de mejor forma ante el consumidor con base en sus necesidades.
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El factor de experiencia de marca se ha revelado como una oportunidad que ha hecho necesario entender los roles que juegan los consumidores.
La experiencia de marca es una de las tareas más desafiantes para un mercadólogo, pues está obligado a entender cómo hacer que una marca interactúe en el mercado no solo por sus productos, sino por las historias mediante las cuales se comunica y las acciones a través de las cuales reafirma los valores que definen su cuerpo como marca.
Para lograr entender cómo construir una estrategia de este tipo con gran éxito, hay obras como Brand Sense. Convierta su marca en una experiencia de cinco sentidos de Martin Lindstrom.
Lindstrom logra descubrir en este título, diversos puntos de vista, a través de los cuales se ofrece una serie de insights, para podemos entender la fidelización del consumidor, al recurrir a los sentidos con los que como individio se relaciona en el mercado, logrando construir una estrategia gracias a los casos que narra con Apple, Mrcedes Benz y Nestlé.
La fórmula de la experiencia
El diseño, integración de departamentos con los que cuentan las compañías y una mayor adopción de los recursos digitales y conocimiento del mercado, son algunos de los factores que han hecho relevante la experiencia que se piensa para que una marca se comunique.
Las lecciones que necesitamos para construir una experiencia de marca, han definido cada vez más el interés por pautas que logran establecer respuestas a diversas necesidades, con base en las cuales ha sido posible entender la oportunidad que las marcas encuentran en apostar por las sensaciones del consumidor.