Tras más de 4 años invertidos en el diseño y desarrollo de un auto en un entorno de realidad virtual, en donde, además, la inteligencia artificial apoyará al creador, el CEO de Hackrod, Mouse McCoy, logró su cometido.

De acuerdo con un reporte de El Financiero, una vez conseguido esto, quería imprimirlo en tercera dimensión, no obstante, era complicado alcanzar este objetivo derivado del expertise que necesitaba para tal cometido, fue entonces que McCoy conoció al doctor Slade Gardner, quien es considerado uno de los padres de la impresión 3D industrial.

“Estábamos trabajando con America Made US Nation Printing Institute en nuestro proyecto, y ellos me dijeron; ‘hay un tipo con el que deberías hablar que está liderando el mundo en esto’, me conecté con Slade y teníamos una visión conjunta, veíamos el futuro en donde lo niños y jóvenes con inspiración e ideas pudieran, de una forma industrial, resolver problemas industriales”, indicó McCoy al medio.

En tanto, de la mano de Siemens, Hackrod se encuentra en el desarrollo del auto concepto denominado “La Bandita”, el cual está diseñado en realidad virtual; además de que la ingeniería está desarrollada con inteligencia artificial y que se espera que a más tardar, a finales de este año, estará impreso en tercera dimensión.

De igual forma se indicó que en las impresoras industriales elaboradas por Slide, los emprendedores crearán la estructura del vehículo con una aleación de aluminio de grado aeroespacial.

El objetivo de lograr elaborar un auto mezclando una nueva forma de diseño industrial con una metodología de producción alternativa busca ser la prueba de concepto de lo que se denomina “la fabrica del futuro de Hackrod”, espacios donde las startups, empresas e individuos tendrían las capacidades para generar un producto con una plataforma parecida a la un videojuego.

Asimismo, por medio de “Autónomo”, refirió el medio, que se trata de un motor de manufactura impulsado por inteligencia artificial y cargado con un servicio digital de Siemens, el usuario podrá navegar en un entorno parecido al de un juego en el que el motor apoyará a una persona común a concretar proyectos de diseño y manufactura en el sector automotor.

Con esto se busca que este modelo de negocio pueda convertirse en un lugar en el que las marcas del sector puedan ofertar productos, de esta manera el usuario podría utilizar las autopartes que necesita con base al diseño que tiene, en donde se quedaría con una comisión generada por esos intercambios.