La innovación ha sido relacionada en los últimos años con las empresas de tecnología, Facebook, Google o Apple vienen a la mente. Las empresas de servicios en el mundo físico como Uber han crecido en gran medida por la implementación tecnológica. Es importante reconocer que en 2022 se ve un punto de inflexión, las empresas de tecnología han sido las más lastimadas por la caída global de las bolsas de valores. 

Según los expertos las pandemias duran dos años, pero los efectos económicos y sociales tienen otros tiempos. Estamos en el tercer año desde que inició la pandemia y las consecuencias incluyen retos a los sistemas de gobiernos, problemas económicos, guerras y inestabilidad social. En estos momentos parecería que la mejor alternativa es ser cauto y guardar el dinero debajo del colchón. Aunque coincido que son momentos de cuidar el empleo también creo que es el mejor momento de equivocarse y arriesgar en innovación.

Los años 20 vieron el nacimiento de los gigantes del retail de la Unión Americana, por ejemplo Lowe’s y CVS. Muchos pensarían que no habría mucha oportunidad para un firma que arrancó unos años antes de la gran depresión. No obstante, fueron esas empresas las mejor posicionadas para resolver los problemas que enfrentaba la sociedad. Walt Disney se fundó en 1923, el trabajo y contenido creado en los primeros años de crisis global permitieron lanzar el parque en 1955. Es fácil olvidar que en 1918 terminó la primera guerra mundial y en 1939 comenzó la segunda. En 21 años entre las dos guerras nacieron las empresas más relevantes de la unión americana en medio de una crisis económica global en 1929. Lo mismo sucedió en Europa, Volkswagen se fundó en 1937, dos años antes de la guerra, Porsche en 1931. 

Un indicador clave de las oportunidades de innovación se puede observar en las ventas globales de publicidad por medio. En 2005 comenzó la disminución acelerada de ingresos en los periódicos, 8 años después la TV experimentó la misma caída (https://askbosco.io/blog/the-evolution-of-advertising-spend-over-the-last-40-years/) A partir del 2005 la publicidad en buscadores (Google), Redes sociales (Facebook principalmente) video en línea (YouTube) y E-commerce (Amazon) ganaron el presupuesto perdido por los medios tradicionales.  

¿Momento de arriesgar?

Este año muestra por primera vez una disminución en la fuerza de esos cuatro nuevos jugadores. Por supuesto, causado por la crisis global que impacta a estas industrias publicitarias. Sin embargo, argumentaría a que se trata de una saturación de la vida digital de los consumidores. El aumento de interés en experiencias físicas demuestra mi hipótesis. Los consumidores disfrutamos el mundo digital, pero estos medios son celosos con las demás actividades humanas. Por ejemplo, Netflix claramente consume más del tiempo de un consumidor promedio de lo que la TV abierta requería hace 10 años. 

El consumidor está muy cerca de los niveles de saturación digital máxima. No es solo que los consumidores hayan cambiado su enfoque de lo tradicional a lo digital. El móvil se ha convertido en una extensión de nuestros baños, autos, casas y oficinas. Es la llave de nuestra existencia, por ejemplo, la utilizamos para realizar pagos con los misma facilidad con la que conectamos en el auto para encontrar una dirección. Propondría que es más grave perder el teléfono que la cartera.

Estamos en el punto de inflexión, el uso de tecnología sólo incrementará y se hará más interesante en la vida humana. Esto sucedió con la llegada de la electricidad, en 1667 Francia fue uno de los primeros países en instalar alumbrado público eléctrico. Desde entonces el uso de la iluminación no se ha detenido en alcance o innovación. No obstante, hoy damos la luz como un hecho. Estamos frente al mismo momento con el mundo digital, francamente a nadie le sorprende lo que es posible con un teléfono o en internet. Esto hará que la innovación se mueva al mundo de las experiencias nuevas, tecnologías que apenas conocemos. Es el mejor momento de arriesgar o equivocarse, los grandes están establecidos y es ahora cuando se planteará el mundo de los próximos 50 años.