La compra de Fox por parte de Disney no sólo fue una noticia que cimbró al mundo del entretenimiento. Los fanáticos de muchas de las licencias que ahora pertenece a la casa de Mickey Mouse ahora se preguntan cuál será el futuro de algunos personajes que resultan emblemáticos. Deadpool es uno de ellos.
Con sus dos entregas, el “mercenario bocazas” demostró ser un negocio rentable tanto en términos de engagement con las audiencias como en ingresos en taquilla. De acuerdo con datos entregados por Google, la primera película protagonizada por Ryan Reynolds recaudó 783,1 millones de dólares en taquilla, con una aceptación del 94 por ciento de las audiencias*. La fórmula se repitió con Deadpool 2 misma que logró ingresos por 785 millones de dólares y el beneficio del 94 por ciento de los espectadores*.
Deadpool se mantiene…
Aún con estas cifras, existía la duda sobre posibles nuevas entregas del antihéroe, mismas que fueron despejadas durante CineCon por Alan Horn, presidente de Disney Studios, quien confirmó que “habrá más de Deadpool en los próximos años”, en donde el personaje seguirá siendo protagonizado por Ryan Reynolds.
Con esto queda claro que el actor y su peculiar personaje son de los pocos “sobrevivientes” que se mantendrán tal y como nacieron luego de la adquisición de Fox, pues diversas publicaciones apuntan a que Disney renovará completamente el elenco de algunas franquicias como los Cuatro Fantásticos y los X-Men.
…¿Y su marca?
Si bien estas declaraciones dan tranquilidad a los fanáticos del superhéroe que desean seguir disfrutando de su particular sentido del humor, lo cierto es aún queda por ver la capacidad de Disney para mantener el brand essence del personaje.
En algunas entrevistas previas, Bob Iger, CEO de Disney, ha mencionado que el personaje seguirá utilizando la calificación R para su contenido. No obstante, es cierto que la relación Disney -Deadpool provoca un choque de manera casi natural.
Si bien la “gigante de Burbank” es una de las grandes casas productoras del mundo que puede jactarse de dominar muchas aristas del entretenimiento, también es cierto que existen terrenos que desconoce y donde ha experimentado especiales fracasos, los cuales se gan hecho mucho más evidentes con la adquisición de franquicias que muchos consideran “de culto” gracias a la fortaleza de sus marcas propias.
El mejor ejemplo es lo sucedido con Star Wars. Luego de ser adquirida, -junto con los históricos estados de Lucasfim- por Disney luego de pagar cerca de 4 mil millones de dólares, para los fanáticos de la Guerra de las Galaxias, las entregas más recientes abrían perdido cierto valor y el fracaso en taquilla de “Han Solo: Una historia de Star Wars” fue el hecho que demostró que su nueva casa productora estaba errando en su estrategia para capitalizar la firma: sin contar la publicidad, Disney destinó a esta producción cerca de 250 millones de dólares y con un bajo rendimiento en taquillas, los especialistas de Hollywood Report estimaban que Disney pudo haber perdido entre 50 y 80 millones con el spin-off de Han Solo.