Para cuando este artículo salga publicado, se estará viviendo el último día del #BuenFin 2017, séptima edición de esta iniciativa que surgió en 2011 para reactivar la economía a través de ofrecer productos y/o servicios al consumidor con precios por debajo de lo normal. El #BuenFin, inspirado en el Black Friday de Estados Unidos que se llevará a cabo este año en el fin de semana del 24 de noviembre, ha tenido muy buena aceptación en nuestro país y desde entonces diferentes organismos del sector privado y público se han sumado a ella como la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO-SERVYTUR), el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Asociación de Internet de México, la Asociación de Bancos de México (ABM) y por supuesto, la Asociación Nacional deTiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).

En la pasada edición, las ventas de los comercios participantes aumentaron un 11 por ciento respecto a 2015, lo que permitió que en total, durante el #BuenFin 2016 se reportaran ventas por 89,600 millones de pesos. De acuerdo al INEGI, el 79.7 por ciento de los comercios minoristas incrementó sus ventas y por otro lado, el 59.3 por ciento de los comercios, así como el 42.7 por ciento de las compañías de servicios ofrecieron compras a meses sin intereses.

Ahora bien, como consumidores ¿qué se puede esperar de este fin de semana de ofertas y descuentos? El viernes pasado de camino hacia una reunión por la mañana, durante una hora fui impactado por al menos 50 anuncios respecto al #BuenFin 2017. Por un momento mi mente se saturó del tema y es que todos los anuncios eran iguales: porcentajes de descuento, meses sin intereses y horario de apertura de tiendas. En este sentido creo firmemente en la diferenciación que las distintas marcas, tanto de los comercios como de los fabricantes de productos y empresas de servicios, debieran tomar en cuenta para su publicidad cuando se sabe que la gran mayoría de establecimientos estará participando en esta iniciativa. Estoy seguro que una buena parte de los lectores de este artículo para esta hora ya hemos adquirido algún producto a través del #BuenFin, pero ¿fue una buena experiencia de compra? ¿Nos cautivó una gran piea publicitaria? ¿Conectamos emocionalmente con las marcas de nuestra preferencia? O más bien ¿fuimos parte de la ola de saturación y de compras impulsivas?

En términos de Marketing Digital ¿qué tipo de experiencia estamos teniendo? En Internet sucede lo mismo que en el mundo offline. El número de impactos que tiene el internauta a través de esta iniciativa es altísimo y prácticamente en todas las plataformas hay publicidad al respecto. De acuerdo a la AMIPCI, en 2016 las compras en línea representaron el 20 por ciento del total del gasto que una persona de entre 25 y 44 años realizó durante esta temporada. Ahora bien, los portales de e-commerce que más ventas tuvieron fueron Liverpool, Amazon y Walmart. Sin lugar a dudas, el uso de la tecnología es indispensable para crear estrategias acorde a lo que demandan los internautas con posibilidad de comprar productos a través de los medios digitales. Aspectos como la confianza que genere el portal a través de sus métodos de pago y cumplimiento de las promesas de valor que se publican, una buena experiencia a través del recorrido dentro de un sitio web, así como promociones realmente impactantes y diferentes de acuerdo a cada target, serán los diferenciadores para triunfar en un ecosistema que comienza a ganar terreno al mundo offline.